L style="text-transform:uppercase">A ministra de Empleo, Fátima Báñez, quiere cambiar los usos horarios. Desde volver a la hora del meridiano de Greenwich a la de salir del trabajo. Las seis. Esa hora le parece bien a ella. Tradicionalmente estas ocurrencias surgían al final de la legislatura. Como diciendo, votadnos otra vez, que aún tenemos ideas frescas. Pero eso era antes. Hoy nuestros dirigentes necesitan quieren recuperar el tiempo perdido este año, haciendo lo que creen más gusta a los ciudadanos, muchas normas.

La gama es amplia. Desde los deberes que un niño tiene que hacer en casa -importante que el Estado impida que los padres limitemos el derecho humano de nuestros hijos al tiempo libre- a la reforma laboral. Te distraes y crees que el marco legislativo del Estado está más vuelto del revés que un calcetín al salir de la lavadora. Casi todas son propuestas no de ley ¿por qué se les olvida ese no cuando lo comentan? El Congreso podría aprobar una propuesta no de ley para colonizar Marte y tendría el mismo recorrido que la de instar al Gobierno a derogar la reforma laboral.

No obstante, nadie quiere parecer insensible ante los problemas del mundo del trabajo. Así que hay tienen a la Ministra. Quizás estemos ante la propuesta de reforma laboral más imaginativa desde 1980. La frase reformar la hora de finalización de la jornada laboral, incluye reformar y laboral. ¿Qué más se puede pedir? Reclamar una derogación de la reforma laboral, en abstracto, es despachar el tema con frivolidad. No son normas que las quitas y ya está. Son modificaciones, añadidos, supresiones de párrafos, apartados o artículos de al menos una decena de otras leyes. Incluso hay un cambio de una conjunción, de una Y por una O. Desde entonces el despido nulo es casi imposible. Añadamos que hay una numerosa jurisprudencia, incluso constitucional, que afecta a muchos aspectos de esa reforma. En lugar de propuestas propaganda más útil sería afrontar la contratación temporal afectada ya por docenas de sentencias sobre indemnización por despido. Alguna no se limita a 20 días por año, considerando el despido improcedente por no poner esa indemnización a disposición del trabajador ¿Les parece menos vistoso que aprobar una propuesta no de ley de derogarla entera? No crean. Puede ser la más importante desde 1984 cuando se introdujo la contratación temporal, iniciandose muchos de los males del actual marco laboral.

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