El medio y el ambiente

La vida. ¡La vida! ¿La vida?

Ahora dictaminamos quién tiene derecho a la vida y quién no. Y además, no estamos a gusto en un trabajo y no lo dejamos

De la química, he aprendido química (algo) y cuestiones de la vida (muchas). Por ejemplo, de don Fermín aprendí a no tirar, sin más, lo que me había salido mal, ya que me enseñó a sacar consecuencias de mis errores y a retrotraerlos, en la medida de lo posible: válido para la vida. De don Juan José y "del Isidro" aprendí que si tratabas de obtener un producto, pero conseguías otro o el rendimiento era muy bajo, lo primero que tenías que hacer era revisar todo lo hecho, además de revisar exhaustivamente la libreta de laboratorio. Consecuencias para la vida: orden, método, concentración, no fiar la información a la memoria y, por supuesto, humildad para reconocer los errores y fuerza de voluntad para corregirlos.

¡La vida!, con exclamaciones la llevo asociada a una frase que me dijo mi madre (q.e.p.d.) en una habitación de Traumatología de Granada: "pídele a Dios que ¡la vida! no te traiga todo lo que puedes soportar". Frase lacónica de una persona que había estudiado en San José hasta los 7-8 (7 u 8, no 78) años. ¡La vida!: capearla, vivirla, soportarla, en definitiva: disfrutarla.

El pasado 3 de marzo, Día Mundial de la Vida Silvestre, declarado así por la O.N.U. el 20/12/2013, ya que "con mucho esmero y tesón" la hemos diezmado en los reinos vegetal y animal SILVESTRES. Y mientras escribo estas líneas, se celebra el Día de Sí a la Vida (en humanos). No lo entiendo. Según mi criterio debería celebrarse el Día de Disfrutar la Vida, en todos sus aspectos y vertientes, en todas sus condiciones y circunstancias, máxime en un país o nación o conjunto de conjuntos no vacíos y vacíos (p.e. los pueblos abandonados) que no contempla la pena de muerte como castigo, exactamente igual que las naciones de su entorno. Es decir, favorables a la vida digna, la que merece la pena vivirse, por mor del mejor o menos mejor estado de bienestar que disfrutamos y, que en realidad permite disfrutar de la vida. Cada uno con las posibilidades que tiene a su alcance o que a lo largo de la vida se ha procurado. Pero no. Ahora dictaminamos quién tiene derecho a la vida y quién no. Y además, no estamos a gusto en un trabajo y no lo dejamos. Y buena prueba de ello es que al concejal del Ayto. de Almería, que a pesar de su formación académica, dice que se va de la política para irse a la fría calle a buscarse la vida, le ha faltado poco para abrir los telediarios nacionales. Ante esa actitud solamente puedo decir: ¡enhorabuena y bien venido al club de los que nos marchamos temprano de las bodas!

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