Luz de cobre

Antonio Lao

La vieja estación de Renfe

L A estación de Renfe se deteriora al mismo ritmo que el tren, como medio de transporte en esta provincia, tiene fecha de caducidad o en la misma medida que las palomas colonizan el cuerpo central en el que se vendían los billetes y hacía de sala de espera. El edificio, Bien de Interés Cultural, representó el orgullo de la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España, según se recoge en Ferropedia, que abanderaba su estación como símbolo de modernidad de finales del siglo XIX en el que, por fin, contemplarían la llegada de este novedoso transporte conocido por "ferrocarril". La compañía francesa "Compagnie de Fives-Lille", diseñó, en 1892, el cuerpo central de estructura de hierro y amplias cristaleras de vidrio en el que destaca el carácter representativo y moderno del edificio, cuyas proporciones arquitectónicas, así como la combinación del hierro y de los ladrillos decorativos, recuerdan mucho los hermosos modelos admirados en Francia en la Exposición Universal de 1889 y cuyo arco monumental dota a esta estación de un sello digno de la importancia del camino de hierro de Linares a Almería. En la fachada principal, una placa deja constancia del arquitecto autor del proyecto, el francés L. Farge, vinculado a la citada compañía.

No es posible catalogar esta estación con un único estilo:historicista en cuanto a la decoración en algunas partes del cuerpo central, ecléctico historicista más o menos barroquizante en los cuerpos laterales y mudejarista por sus ladrillos vistos y barandillas. Los elementos decorativos, se multiplican tanto en el interior como en el exterior. En la fachada principal se repite en azulejos la "A" de Almería con el grafismo típico vasco de txapela, como aporte de los artesanos que participaron. Un reloj en labor de hierro destaca sobre la cristalera central y, dentro, se eleva el mural cerámico de Francisco Cañadas (Almería 1928) que refleja el presente (primer término), pasado (plano intermedio) y futuro (convoy sobre el viaducto en el fondo) del ferrocarril en Almería, mediante escenas vinculadas a los viajeros y paisajes ferroviarios típicamente almerienses, todo ello adornado por piedras naturales y vidrios pintados en teselas irregulares para dar movilidad a la obra. El edificio fue concluido en 1893, pero no entraría en uso hasta la inauguración del tramo Almería-Guadix, el 23 de julio de 1895. La estación se vio afectada por la Guerra Civil, la balaustrada de ladrillos que contornea el remate superior debió ser reconstruida tras el bombardeo de la aviación alemana. Debajo de la estación se improvisaron dos refugios antiaéreos, quedando al descubierto sus entradas durante la remodelación de 1988 - 1991. Con cargo al Plan de Modernización y Equipamiento de Estaciones, se consiguieron restaurar estos casi 600 m² de superficie construida. Todo ello ahora está cerrado y abandonado. Una pena.

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