La cuarta pared

Una visita activa

"Un viaje puede cambiar tu percepción del mundo o puede pasar sin pena ni gloria por tu mes de agosto"

En 1931, el arquitecto Le Corbusier, junto con su primo L'Enfant, visitó por tercera vez España. En este caso no sería un viaje rápido para dar una conferencia, sino que habían organizado una ruta por orillas del Mediterráneo, desde los Pirineos hasta Argelia. Montados en su flamante Voisin recorrieron toda la costa española con la velocidad propia de los vehículos a motor de la época, es decir, extremadamente rápidos para las carreteras de burros y los paisajes estáticos, ardientes y místicos de España, como él mismo los describía.

Durante ese tiempo dibujó en su pequeña libreta una gran cantidad de croquis a modo de apuntes de los paisajes que más le atraían, de pequeñas edificaciones vernáculas o incluso de sus lugareños realizando acciones de los más cotidianas. Esto refleja una consciente preocupación por el aprendizaje. Dibujar y reflexionar sobre el lugar conlleva una comprensión del mismo más allá de la simple mirada. Dibujar un paisaje es entenderlo, saber donde está el río, dónde están las montañas y que tamaño tienen en relación con el pueblo. Refleja una enorme implicación con el viaje. Pese a que muchos de esos dibujos los realizase sin ni siquiera bajarse del coche, como el croquis de la tradicional venta Almeriense, podemos afirmar que estaba siempre atento a cualquier estímulo para rápidamente sacar un lápiz y reflejarlo en un papel.

Y es que el turismo que vivimos hoy en día poco tiene que ver con el origen moderno del mismo, cuando a principios del siglo XIX, unos jóvenes británicos adinerados viajaban en verano a Roma y Atenas para conocer el origen de su cultura. Una motivación bastante distinta a la actual de pasar tiempo libre o descansar de nuestra ajetreada vida. El turismo nació para enriquecer nuestra alma. Y en la mayoría de los casos, lo sigue haciendo.

Un viaje puede cambiar tu percepción del mundo o puede pasar sin pena ni gloria por tu mes de agosto. Cuando Luis Barragán volvió a México tras su viaje por Andalucía, su arquitectura empezó a asentarse sobre unas premisas racionales que son la base de todo el desarrollo arquitectónico mejicano que tanto ha influido a varias generaciones. Mantener los cinco sentidos alerta y una estancia activa y conscientemente temporal pueden cambiar el curso de cualquier arte en cualquier tiempo, solamente tienen que alinearse lo astros para que ese aprendizaje extranjero te sirva de algo en tu vida real.

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