La tapia del manicomio

Con vistas a Europa

De los presupuestos, lo más peliagudo va a ser el reparto de los fondos para el desarrollo territorial

Las elecciones de mayo para el Parlamento Europeo tienen preocupados a muchos europeos, entre los que no parece que se encuentren los votantes españoles. Se ve que estamos más preocupados por el campanario del pueblo de cada uno, que es lo habitual. Pero es que en esta ocasión, además de elegir a los diputados europeos, es el momento de repartir los jayeres para el período 2021-2017. Nos estamos jugando los dineros de siete años nada menos, con lo que eso implica de ayudas a la agricultura, al desarrollo regional o la mejora de la distribución entre países para disminuir las desigualdades. Total, más de un billón (con B de burrada) de euros. Como para no tomarse estas elecciones en serio. El reparto de estos dinerillos va a tener bastantes consecuencias aun olvidándonos de si vamos a resultar paganos o receptores (vamos a ser paganos ya, que nos toca, pues llevamos treinta años recibiendo y bien que se ha notado). Tradicionalmente, el 75 % del presupuesto comunitario se iba en subvenciones a los agricultores. Actualmente se destina a esta partida el 40 % y es de prever que le peguen otro bajonazo. Y, mientras, nuestros agropecuarios preocupados porque el módulo todavía no se lo han puesto al 0 %.

Volviendo a la discusión sobre los Presupuestos, lo más peliagudo va a ser el reparto de los fondos para el desarrollo territorial. Durante treinta años, como acabamos de decir, España ha estado recibiendo bastante más de lo que aportaba, y ahora son los países del Este los que se benefician de esos fondos porque tienen un nivel de desarrollo mucho más bajo que el nuestro. Hay una pequeña diferencia, y es que los españoles hemos sido muy agradecidos a la UE (bueno, casi todos), mientras que la mayoría de los nuevos receptores de fondos europeos -Polonia y Hungría sobre todo- muerden la mano que les da de comer, saltándose las leyes comunes, especialmente las referentes a derechos y libertades que son la base de la cultura y de la unión de Europa. Ellos verán, porque hay quienes consideran que hay que rebajarles el pienso si no acatan las leyes comunes y reprimen sus ansias dictatoriales. Algunos objetan que ese castigo recaería sobre los ciudadanos de esos países, pero ¿quiénes han colocado en el poder a esos dirigentes antidemocráticos y populistas? ¿los ciudadanos polacos y húngaros o los bosquimanos de Tanzania? Que se "joan", que no los "fueran" votado, como decía el tonto de Fuentesanta.

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