Las voces y los ecos

Miro las redes sociales, escucho la radio, leo alguna prensa, y todo es pura resonancia

Hay voces y hay ecos. Decía Machado que él "se paraba a distinguir las voces de los ecos" y, sobre todo, escuchaba su propia voz, la del "hombre que va conmigo". Haciendo una cierta hermenéutica (tampoco es tan difícil), supongo que querría distinguir entre las chácharas insustanciales y los lenguajes llenos de contenido. Distingue, y acepta o rechaza. Me resulta digno de admiración por dos cosas: primero, porque sea capaz de emprender la tarea bastante dura de ejercer una buena reflexión crítica (que tanto se aduce ahora con el asunto de la enseñanza de la filosofía) y que no es tan común, le pese a quien le pese; la segunda, porque en su entorno había ecos pero también había voces. Y por esto segundo, más que admiración me da envidia. Miro las redes sociales, escucho la radio, leo alguna prensa, y todo es pura resonancia. Casi todo son ecos, repeticiones. Me faltan voces. Tal vez se deba a que soy incapaz de distinguirlos; pero cuando se repiten una y otra vez con una monotonía abrumadora, entonces me temo que no sea yo la única causa. Faltan voces. O tal vez estén lejos, escondidas y no miro en los lugares adecuados. También puede deberse, por tanto, a que las características de las voces están lejos de ser esos mensajes cortos, punzantes, tal vez con gracejo o con mucha carga no ya irónica, sino faltona, propios de la difusión de vanas consignas. Las voces no van envueltas en un lenguaje colorido y tal vez ni siquiera ameno. Entonces ellos se paran a pensar en los destinatarios de los mensajes. Las voces pueden estar presentes en algunos de los análisis que se hacen, por ejemplo, de las causas y las consecuencias de algunas de las decisiones políticas. Esos análisis serían los que nos ayudarían a conocer la naturaleza de las cosas (decía la definición clásica que "la ciencia es el conocimiento de las cosas por sus causas"). Pero esa actividad analítica no es algo precisamente simple. Sobre todo en el caso de los problemas sociales y económicos hay tantos factores que intervienen que las consignas simplistas son incapaces de abarcarlas, y por tanto son difíciles y trabajosas de entender. ¿Suelen leer esos trabajos los electores? ¿O los programas electorales? ¿O los resúmenes de los programas que suelen enviar? ¿Algo aparte de los ecos? No tengo claro a dónde me lleva esto. Pero quien haya leído este escrito saque las conclusiones que le parezcan oportunas.

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