Un día en la vida

Manuel Barea

mbarea@diariodesevilla.es

El voto de los solitarios

Los que anhelan convertirse en presidente del Gobierno nos quieren a todos bien juntos, como de su propiedad

En la película Lucky, su protagonista, un testarudo nonagenario interpretado por un soberbio Harry Dean Stanton en la que fue su despedida -murió poco después del rodaje-, afirma: "No es lo mismo la soledad que estar solo". Es su respuesta a la pregunta de su médico: "¿No te disgusta la soledad?".

Eso que llaman asociación de ideas -aunque ésta a simple vista se antoje inexplicable- me conectó con la inminente celebración de las elecciones generales. La imagen de un hombre que ha llegado a la vejez en solitario, lo que no significa necesariamente marginal -aunque esté considerado así por casi todos-, frente a un hecho hipercolectivo impulsado por unos individuos cuyo éxito reside precisamente en que la mayoría haga lo que ellos quieren: que los voten. Si a esa mayoría pertenecen seres solitarios es una circunstancia que a esos individuos, los candidatos, les trae al pairo. Una preocupación así resulta absurda para estos tipos, por otra parte insufribles, pues no parece que esa mayoría que demandan, y que gustan en convertir de su propiedad, integre a muchos solitarios. No tiene nada que ver un solitario con un indeciso, alguien por lo visto consumido por una duda angustiosa, existencial, que se debate estos días entre temores y temblores y al que con tanta insistencia como codicia -tal es la trascendencia de su determinación- se conmina estos días a que deje de dudar, y aunque no hay que negar de manera tajante que ambas condiciones puedan coincidir en algunas personas, me da que el solitario tiene, sobre este tiberio del 28-A, pocas dudas.

¿Tienden los solitarios a la abstención? Tal vez transmitan eso, pero no son pocos los que encajan entre la muchedumbre y siguen estando solos -como también dice Lucky, van a su aire-, así que no tienen por qué sentirse incómodos mientras aguardan con su papeleta y su DNI en la fila de la mesa electoral que les llegue el turno para votar. Tanto si lo han leído como si no, son personas que tienen asumido lo que escribió Huxley en Las puertas de la percepción: "Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos". Y esto es algo que no va a cambiar pase lo que pase el domingo y por mucho que nos digan lo contrario los que anhelan ser presidente del Gobierno. Ellos nos quieren a todos bien juntos, a su lado. No, mejor nos prefieren detrás. Como de su propiedad.

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