El final del curso político ha dejado abierto numerosas incógnitas que ya vaticinan un otoño tan caliente como esta última 'ola de calor' que azota Andalucía. Los problemas detectados, un verano más, en la sanidad, la falta de ejecución presupuestaria en materia de empleo o el hecho de ver al gobierno de Susana Díaz plegarse a los intereses de Sánchez y su partido en materia de financiación autonómica o inmigración, no hacen más que presagiar otra oportunidad perdida para converger al ritmo de otras comunidades.

Quizás por ello, incluso en periodo estival. es necesario poner el acento en aquellas cuestiones a las que nos se le puede poner el cartel de 'cerrado por vacaciones'. Urge y, mucho, que Andalucía, como comunidad infrafinanciada, pida con urgencia la reactivación de la reforma del sistema de financiación autonómica al presidente Sánchez. No pueden ahora quedarse callado o cruzarse de brazos en la parálisis de este debate.

Deben de defender los intereses de esta tierra. Está claro lo que queremos andaluces; 4.000 millones de euros más en 2019. No queremos dilataciones ni grupos de trabajo en torno a una reforma que es necesaria y prioritaria ni menos aún que el presidente Sánchez que deje en el tejado las Comunidades la reapertura de estas negociaciones.

Tienen la responsabilidad, como gobernantes, de poner límites para no hacer 'saltar por los aires' el acuerdo del Parlamento de Andalucía que, con el apoyo de 101 diputados entre ellos los del PP, instó a reclamar esos 4.000 millones. Se tienen que plantar ante este ataque del gobierno de Sánchez que, atado por sus compromisos de investidura con los independentistas, ha arrebatado a Andalucía la financiación que ya planteó Rajoy.

De no ser así, no entenderán los andaluces cómo es posible que el mismo gobierno, el andaluz, que estaba en confrontación constante con el ejecutivo de Rajoy se haya transformado de un fiero león a un manso cordero sumiso. Y todo para aplaudir una mala decisión y respaldar un mal acuerdo.

Rectifiquen su postura y no se conformen con los 500 millones conseguidos en la reunión mantenida entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. Saben, tanto como el resto de partidos, que de ellos unos 350 millones corresponden a la rebaja en dos décimas del objetivo de déficit anunciado por el Gobierno y el resto son entregas a cuentas que se hacen todos los años a las Comunidades Autónomas.

No permitan esa traición a Andalucía y menos aún no oculten lo que, en realidad, les ha ofrecido el presidente Sánchez a la presidenta porque no es más que autorizarla a acudir a los bancos para recurrir al crédito para aliviar el déficit o lo que es lo mismo endeudar más esta tierra. No se plieguen a otros intereses que non sean los de Andalucía y reivindiquen la financiación autonómica sin cortapisas que precisan los andaluces.

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