Europa, la necesidad de una defensa común

No se trata, ni mucho menos, de acabar con la OTAN, sino de potenciar experiencias positivas como el Eurocuerpo

La reciente victoria electoral de Donald Trump tendrá importantes repercusiones en materia de defensa si el nuevo presidente de los Estados Unidos cumple con su compromiso de dar un paso atrás en el liderazgo norteamericano en la OTAN. Esto obligará a Europa a aumentar considerablemente su gasto de Defensa en unos momentos en los que está haciendo importantes esfuerzos para contener el déficit público, pero también tendrá un efecto positivo al obligar a los gobiernos europeos a tomar conciencia de la necesidad de incrementar sus capacidades militares y defensivas en unos momentos en los que los conflictos de Ucrania, Libia o Siria ponen de manifiesto los muchos peligros que nos rodean.

Desde la II Guerra Mundial, Europa ha dependido excesivamente de EEUU para garantizar su defensa, algo que tenía su razón de ser en los años de la Guerra Fría, cuando el enemigo potencial era una URSS con unos recursos militares muy superiores a los europeos. Ahora, sin embargo, las muchas amenazas que cercan al Viejo Continente son más complejas, pero también más débiles y manejables militarmente. Europa puede -y debe- garantizar su propia defensa sin la necesidad del amigo americano. No se trata, ni mucho menos, de acabar con la OTAN ni de romper la cooperación militar con EEUU -el vínculo atlántico sigue siendo necesario para defendernos de las muchas amenazas que plantea el mundo globalizado-. Se trata, simplemente, de avanzar en la unidad de nuestra defensa como lo hemos hecho con la moneda o con el comercio; de potenciar mucho más experiencias tan positivas como el Eurocuerpo. La última reunión del Consejo de ministros de Exteriores y Defensa ya ha decidido avanzar en esta dirección, aunque descarta, por ahora, crear un Ejército europeo.

Hay mucho camino por recorrer en lo que a la industria armamentística se refiere. No es normal, por ejemplo, que las Fuerzas Armadas europeas utilicen 14 carros de combate o seis fragatas distintas, lo que dificulta en gran medida la logística de las operaciones conjuntas. También habría que aumentar la cooperación de los ministerios de Defensa y de los Estados Mayores, así como en creación de grandes unidades mixtas compuestas por varias naciones, al estilo del Eurocuerpo o de la OTAN. Europa debe dotarse de una defensa acorde con los tiempos que corren y eso, muchas veces, depende más de la voluntad política que del aumento del presupuesto.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios