Fin de un pacto positivo para Andalucía

El pacto entre C's y PSOE que ahora termina ha tenido la virtud de dar estabilidad a Andalucía en unos tiempos convulsos

El líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, anunció ayer su intención de romper el pacto firmado por su partido con el PSOE y que ha permitido mantener el Gobierno socialista de la Junta durante esta legislatura. Aunque dicho propósito debe contar con el visto bueno de la Ejecutiva Nacional de C's, que se reunirá el viernes en Málaga, nadie duda de que ésta es una decisión ya tomada y sin vuelta atrás. Era una evidencia que tanto Ciudadanos como PSOE, ante la cercanía de las próximas elecciones autonómicas, que como muy tarde se celebrarán en mayo de 2019, llevaban tiempo buscando excusas para romper un pacto que no les conviene electoralmente hablando. Ahora está por ver si la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ante la situación precaria en que queda su Gobierno en el Parlamento de Andalucía, decide o no el adelanto de los comicios, una posibilidad sobre la que se lleva especulando desde hace tiempo, pero sobre la que todavía no hay nada seguro. Aunque es cierto que al Gobierno se le complica enormemente la posibilidad de aprobar los Presupuestos de 2019 (contar con el apoyo de PP o de Podemos-IU es una auténtica quimera), también lo es que podría prorrogar las cuentas actuales y agotar el final de la legislatura. Todo dependerá del cálculo que haga la presidenta Díaz sobre los pros y los contras del supuesto adelanto para los intereses de su formación política.

Independientemente de las especulaciones, hay que destacar que el pacto que ahora Marín da por agotado ha sido positivo para Andalucía. Gracias a él, nuestra comunidad autónoma ha podido gozar de una preciada estabilidad política en unos momentos especialmente complicados nacional e internacionalmente. Ahora, Ciudadanos decide terminar con el acuerdo -probablemente con la secreta satisfacción de los socialistas- debido a los "incumplimientos" de la Junta de algunos de sus puntos, como la eliminación de los aforamientos, algo que los naranjas sabían prácticamente imposible de consumar a estas alturas de la legislatura, tanto por su complicada fórmula jurídica como por su elevado coste económico.

C's y PSOE han demostrado en Andalucía que en política es posible llegar a pactos incluso entre partidos con idearios e intereses muy diferentes. Lo ocurrido ahora hay que verlo en el contexto de la simple e implacable lógica electoral. Una vez que pasen los comicios, sea cual sea el resultado final, el vencedor debería mantener el mismo espíritu. La estabilidad es un valor en sí mismo y lo será más en los tiempos venideros.

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