Listeriosis, han fallado los controles

Es evidente que en el tema de la listeriosis han fallado el autocontrol empresarial y la inspección pública del mismo

En los últimos días, los andaluces asistimos inquietos a la proliferación de noticias sobre la aparición de la bacteria de la listeriosis en las cadenas de producción de medianas empresas dedicadas a los productos derivados del cerdo. Así, al foco de la sevillana Magrudis (que es donde se ha producido el verdadero problema) se han sumado las alertas por los productos de las marcas Sabores de Paterna y La Montanera del Sur, en las provincias de Cádiz y Málaga, respectivamente, empresas en cuyas cadenas de producción también se ha detectado la presencia de la listeria. Independientemente de la gravedad o no de estos focos, lo cierto es que hablamos ya de tres provincias afectadas en lo que parece que es un problema mayor de lo que se creía en un principio. Sin caer en alarmismos injustificables, nos encontramos ante un asunto que preocupa mucho a la sociedad y que, de no gestionarse con inteligencia y, sobre todo, transparencia, puede dañar muy gravemente a la industria cárnica andaluza.

En estos momentos ya se puede decir que -es evidente- los sistemas de autocontrol sanitario de estas empresas de transformación cárnica no están funcionando bien. Asimismo -y también es evidente- los servicios de inspección que se supone deben velar por que este autocontrol se realice de forma correcta, también han fallado rotundamente. Sin entrar ahora en la polémica de cuál es la Administración a la que le correspondía realizar esta fiscalización del autocontrol empresarial, lo que parece claro es que la Junta de Andalucía debe realizar una revisión a fondo de los métodos y los medios usados. En el momento en que se han multiplicado las inspecciones a este tipo de factorías, la listeria ha empezado a aflorar. Nadie puede decir que estamos ante una simple casualidad. Una vez se estabilice la situación, la Junta debe a revisar a fondo sus protocolos e introducir correcciones allí donde se hayan detectado errores. Sobre todo, deberá intensificar la inspección de los autocontroles empresariales.

Como ya hemos comentado en alguna ocasión, la crisis de la listeriosis se está convirtiendo en un torpedo en la línea de flotación de la imagen de Andalucía, lo que ahora llaman la "marca". Ésta es quizás la primera gran crisis a la que se debe enfrentar el nuevo Ejecutivo andaluz liderado por Juanma Moreno y su gestión será muy importante a la hora de evaluar la presente legislatura. La Junta debe evitar la tentación de poner excusas y explicar a los ciudadanos qué es lo que ha fallado y qué medidas se van a tomar para que no vuelva a ocurrir.

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