Municipales 2019, el triunfo de los líderes con carisma

Unas elecciones que han servido para volver a pintar de nuevo la provincia de color azul tras el paréntesis de abril

Los resultados de las elecciones municipales ayer en la provincia de Almería tienen muchas lecturas, aunque la más concluyente es que por encima de las siglas los ganadores han sido los candidatos con carisma, los líderes con mayúsculas, las personas por encima de los partidos. El mayor exponente es quien repetirá como alcalde en la capital, Ramón Fernández Pacheco. Tras una campaña perfecta, alejada de miedos y descalificaciones, se confirma como uno de los líderes más influyentes de su partido a nivel provincial y regional. Con un Partido Popular en horas bajas, Fernández Pacheco ha sabido aunar en torno a él un equipo de hombres y mujeres que han estado por encima de las siglas. Algo similar se puede decir de Gabriel Amat en Roquetas o de Francisco Góngora en El Ejido. Los tres han mantenido a raya a Vox, superando los malos augurios que se cernían sobre ellos. Mención aparte merece Esperanza Pérez Felices en Níjar y Antonio Bonilla en Vícar. Serán, otra vez, los dos pueblos con un número importante de habitantes que gobiernen en la provincia. Y lo harán desde la coherencia de cuatro años de gobierno sin estridencias, priorizando a los nijaremos y los vicarios y sus vecinos han sabido reconocerlo. Algo similar sucede en Adra o en Cuevas del Almanzora. Tanto Manuel Cortés como Antonio Fernández logran buenos datos,sostenidos por el trabajo serio y constante. Aquí habría que sumar, otra vez, a las personas que han sustentado a sus partidos por encima de las siglas, casos de Macael con Raúl Martínez; Serón con Juan Antonio Lorenzo o Fiñana con Rafael Montes. Atrás queda conjurado el miedo a Vox. Excepto en El Ejido, donde mantiene una notable representación, en el resto de poblaciones en las que oteaban grandes logros han quedado reducidos a poco más que a meros comparsas y sin influencia real en el futuro de las poblaciones en la que han logrado meter la cabeza. En la Diputación el Partido Popular pierde la mayoría absoluta, pero con el apoyo puntual de Ciudadanos o de Vox van a conservar la institución Provincial una legislatura más. En resumen, unas elecciones municipales que han servido para volver a pintar de nuevo la provincia de color azul tras el paréntesis de abril. Los líderes socialistas, empezando por el secretario general de la provincia y el de la agrupación provincial deberán analizar, con la seriedad que merece, hasta cuando las diferencias entre sensibilidades y las campañas partidas por la división, influyen de forma negativa en sus votantes para seguir de derrota en derrota hasta la victoria final.

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