El paro ha registrado en julio un descenso histórico: 197.841 personas han salido de sus listas, de las que 69.159 son andaluces. La comunidad lidera el avance contra el desempleo creado durante la pandemia, aunque la afiliación a la Seguridad Social ha bajado en Andalucía, en contra de la vigorosidad mostrada a nivel nacional. Esto se debe, no obstante, a peculiaridades coyunturales de algunos sectores económicos andaluces. En efecto, la Seguridad Social ha anotado en el mes de julio 19,6 millones de afiliados, lo que supone un récord histórico: es una cifra superior a la de julio de 2019. Esto permite volver a considerar que España tendrá en 2022 los 20 millones de afiliados, lo que se considera una cifra capaz de sostener el modelo de bienestar social. Más que un hito psicológico, permite abordar con racionalidad las reformas del sistema. Antes de la pandemia y abandonada la crisis financiera que comenzó en 2008, España venía incrementando el número de afiliados en medio millón al año. Fue lo que sucedió en el último mandato de Mariano Rajoy y el primero de Pedro Sánchez, pero el Covid destruyó la tendencia. Ahora parece que se recupera, aunque los datos de la Seguridad Social aún indican que hay muchos trabajadores acogidos a los ERTE. Son 331.486 empleados en esta situación, de los que dos tercios se encuentran acogidos a tiempo completo; es decir, que no han vuelto a sus trabajos habituales. La cifra sigue siendo preocupante. Además, hay 218.000 autónomos que cuentan con una ayuda especial de la Seguridad Social debido a la caída de su actividad. A la espera de saber cuántas de estas personas se quedarán de modo definitivo sin empleo, cabe ser optimistas. Las cifras de crecimiento del PIB y las de la ocupación de la Encuesta de Población Activa (EPA) indican que la recuperación económica va a ser vigorosa, y aún queda por encajar los efectos que los fondos de reconstrucción europeos van a tener en los próximos años. Son 70.000 millones de euros que se inyectarán en el sistema productivo español.