La guerra acelera el campo andaluz

Ucrania dejará de exportar a España maíz, cereales o girasol, cultivo que ya es la gran apuesta de un sector en auge

La guerra de Ucrania está generando graves consecuencias económicas, cuya máxima expresión es la escalada inflacionista, un problema que ya existía por efecto de la pandemia y que exige, como ya hemos defendido, un pacto de rentas para afrontarlo. Pero no todas son negativas, porque las crisis son también contextos propicios para nuevas oportunidades, precisamente porque lo que traen son bruscos e importantes cambios. Y entre las modificaciones que la economía está experimentando surgen oportunidades para España, y para Andalucía en particular. Entre esas nuevas posibilidades que se abren destacan las repercusiones en el campo andaluz. El 22% del maíz que España importaba y el 75% del girasol procedían de Ucrania, que ya no podrá exportar esos productos. Y eso ha provocado de inmediato que el agricultor andaluz se decida a apostar por cultivos que aumentarán su demanda. El girasol es la apuesta principal. Es un cultivo frecuente en Andalucía y que tiene menos costes asociados que, por ejemplo, los cereales. Las organizaciones agrarias incluso prevén que se llenen de girasol las 75.000 hectáreas en barbecho por mor de la PAC que ahora, por la situación creada por la guerra, la CE ha permitido cultivar. También se notará en la siembra de maíz, arroz o productos de la huerta, que aprovecharán otras 270.000 hectáreas que están sin producir. Todo ello supondrá una aceleración de la actividad económica del campo y de la industria agroalimentaria. La oportunidad es de tal calibre que hay fondos de inversión analizando esas oportunidades. Aprovechar ordenadamente esta coyuntura positiva, que puede ser prolongada si la guerra de Ucrania se cronifica, es un reto que el sector y la Administración deben afrontar mirando por el interés general.

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