Un nuevo tiempo en Andalucía

La presidenta del Parlamento debe acelerar los trámites para que haya cuanto antes un Gobierno tomando medidas

Andalucía entró ayer en una nueva etapa de su historia política. La sesión constitutiva de la XI Legislatura del Parlamento autonómico plasmó el profundo cambio derivado de la correlación de fuerzas que dejaron las elecciones del pasado 2 de diciembre. Por primera vez en cuatro décadas, los socialistas quedan relegados al papel de oposición y un bloque formado por partidos de centroderecha y derecha llega al poder. Ayer en la composición de los órganos de dirección parlamentaria y dentro de unos días en la investidura del nuevo presidente, que con toda probabilidad será Juanma Moreno, y la formación de un nuevo Gobierno quedará completada la mayor transformación política que experimenta esta tierra tras muchos años, quizás demasiados, de predominio de un único partido que tejió una red de poder como posiblemente no haya habido otra en España durante el periodo democrático. Se ha producido la alternancia política en la única comunidad en la que aún no se había producido. Ha sido un cambio profundamente democrático: los andaluces votaron mayoritariamente a partidos que tenían como objetivo prioritario desalojar a los socialistas del poder y, aunque ninguno de ellos ganó en votos ni en escaños, la suma de tres fuerzas políticas ha determinado el cambio de situación. Sin que hubiera elecciones de por medio, tenemos ahora en España un Gobierno socialista producto de una alianza muy dispar -en opinión de muchos disparatada- formada con el único objetivo de sacar del poder a Mariano Rajoy mediante una moción de censura. Tanto en el caso andaluz como en el nacional no se puede dudar del carácter democrático de las alianzas formadas, gusten más o gusten menos algunos de sus integrantes. Ayer la institución que representa la soberanía del pueblo andaluz funcionó de forma irreprochable por más que alguno de sus integrantes intentara montar un número circense, como acostumbran, en la ceremonia de acatamiento de la Constitución y el Estatuto. La presidenta del Parlamento, la diputada de Ciudadanos Marta Bosquet, debe comenzar sin dilación el turno de consultas para que en un plazo lo más breve posible se proceda al debate de investidura y arranque, de forma efectiva, la legislatura del cambio. La coalición del Partido Popular y Ciudadanos, con el apoyo externo de Vox, debe suponer un revulsivo político que se traduzca en medidas rápidas y efectivas. El programa de 90 medidas que los dos partidos han pactado no es una mala hoja de ruta y debe traducirse lo antes posible en realidades que los ciudadanos perciban. Empieza un nuevo tiempo en Andalucía y la responsabilidad de los que ahora toman el poder es que se note.

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