Un pacto de Estado por la Sanidad

La fuga de batas blancas no cesa porque pensamos, de modo equivocado, que es posible retener el talento aplicando las mismas recetas de antaño

El problema que arrastra la sanidad pública en España requiere de un pacto de Estado que vaya a la raíz de un asunto que se ha agravado, principalmente, por la fuga de batas blancas al calor de mejores salarios y una mayor estabilidad laboral. Las formaciones políticas que utilizan la sanidad como arma arrojadiza, trasladando a la opinión pública que sólo afecta a aquellas comunidades en las que no gobiernan, no hacen sino acrecentar las dificultades. Las imágenes de las Urgencias colapsadas son recurrentes en todo el territorio nacional en las fechas más insospechadas, de igual forma que la presión asistencial en la Atención Primaria hace tiempo que pasó de ser preocupante a convertirse en una carga imposible de sobrellevar para los sanitarios. La mayoría de gobernantes tratan de atajar el problema con parches. Pero la falta de médicos no se soluciona pagando las guardias en unas comunidades mucho mejor que en otras, con diferencias de hasta un 40%.

Estas soluciones ni son saludables ni rentables. Ni para los médicos, ya saturados con cupos de pacientes que superan el límite, ni para los propios usuarios. Todas las administraciones han de consensuar la mejor receta para que nuestra joya de la corona recupere el brillo que nunca debió perder. Se podría empezar por ofrecer a los sanitarios, formados en su mayoría en universidades públicas, unos salarios más atractivos que les invite a quedarse. También sería pertinente, como se ha reclamado desde el Gobierno andaluz junto a otras regiones, abordar la ampliación de las plazas MIR de la Atención Primaria ante el déficit de profesionales sanitarios que existe en todo el país. Lo que es un error es pensar que es posible retener el talento con las mismas soluciones de antaño, cuando es evidente que los problemas, las inquietudes y las prioridades de los jóvenes de hoy poco tienen que ver con los de las generaciones que les precedieron.

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