EDITORIAL
La Justicia y los tiempos
Entra dentro de lo habitual que cuando se ven en el horizonte las elecciones los gobiernos empiecen a hacer anuncios destinados a captar la atención de los electores más despreocupados de la política. Es lo que ha ocurrido con las medidas de desgravación fiscal que quiere poner en marcha la Junta de Andalucía y que supondrán que se podrán deducir, hasta un límite de cien euros, los gastos por el cuidado de mascotas y por acudir a gimnasios o centros deportivos en la declaración del IRPF. Con ello se quiere llamar la atención, con un toque populista, de los amplios colectivos sociales que representan las personas que tienen perros o gatos en su casa y de las que gastan dinero en mejorar su forma física. Siempre se podrá cuestionar que se hayan elegido estas actividades y no otras con más calado social. Lo trascedente de estos anuncios es que ambas deducciones han sido utilizadas por el Gobierno andaluz como mascarón de proa de su séptima rebaja fiscal –una por año desde que están en el poder–, que supondrá una rebaja de 55 millones en la carga impositiva que soportan las clases medias de Andalucía, según se ha encargado de proclamar la consejera de Hacienda, Carolina España. Es una estrategia que responde al viejo postulado de la derecha liberal de que cuanto más dinero deja la Administración en los bolsillos de los contribuyentes, mejor le va a la sociedad. No cabe duda de que una presión fiscal baja dinamiza la vida económica y facilita la inversión y el emprendimiento. Andalucía es un ejemplo de ello, aunque todavía queda mucho por hacer en este sentido. Las rebajas fiscales, sin embargo, deberían mirar más a las necesidades reales de muchos ciudadanos, como ha anunciado la Junta con el aumento de las deducciones por alquiler de vivienda, que a intentar congraciarse con el electorado con medidas más o menos fútiles.
También te puede interesar
EDITORIAL
La Justicia y los tiempos
EDITORIAL
Politizar Eurovisión
EDITORIAL
Policía Local de Sevilla: un conflicto enquistado
EDITORIAL
Los cribados y la manipulación
Lo último