Sanidad: el flanco débil

Editorial

22 de octubre 2024 - 03:06

Ala sanidad andaluza le cuesta grandes esfuerzos mejorar sus datos y no siempre lo consigue. Es, en una situación de evidentes dificultades financieras, el principal problema de gestión al que se enfrenta el Gobierno que preside Juanma Moreno y el flanco por el que se va colando un creciente descontento social. El último informe sobre la situación de las listas de espera así lo confirma. A 30 de junio había 203.979 andaluces pendientes de entrar en el quirófano. Sólo 1.026 personas menos que a principios de año. El tiempo de espera medio ha pasado de 174 días a 169. Por medio, la puesta en marcha el pasado febrero de un plan de choque, dotado con 300 millones de euros, que tenía el objetivo de disminuir la lista de pacientes entre el 15% y el 60% dependiendo de si se consideraban tiempos de demora dentro o fuera de los plazos establecidos por la normativa. Como se puede comprobar, muy pobres resultados en un asunto que afecta a la calidad de nuestra sanidad pública y al bienestar de los andaluces. Y no debe olvidarse nunca que la sanidad es, junto con la educación y la asistencia social, el área prioritaria de atención de una Administración autonómica. Si la sanidad va bien, la actuación de un Gobierno autonómico queda justificada; si va mal, tiene un problema que antes o después le pasará factura. En Andalucía, que en población y extensión supera a muchos países, la sanidad pública no alcanza, en muchas prestaciones, el nivel que demandan los usuarios. Sin dejar de lado los problemas de financiación, es evidente que también algo falla en la gestión. En esta cuestión el cambio político de hace años se ha notado poco. La sanidad continúa presentando los mismos perfiles problemáticos que en el periodo socialista y que les ocasionó un desgaste brutal. Una lección que debería estudiar con todo detenimiento Juanma Moreno.

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