Adaptarse a la nueva realidad

No son las especies más fuertes las que sobreviven, ni las más inteligentes; sólo aquellas que se adaptan a los cambios". Charles Darwin. (Adapt or die)

En este tiempo de crisis sanitaria, aunque no lo parezca se siguen librando las mismas guerras comerciales que había antes y los países y las empresas importantes tienen a mucha gente trabajando para salir victoriosos de ellas y anticiparse a la nueva situación post crisis.

Antes del inicio de la crisis del coronavirus, las empresas ya estaban compitiendo en un mundo complejo y en constante cambio, que planteaba riesgos, desafíos y oportunidades en cada zona geográfica. A todo ello habrá que sumar las consecuencias de la crisis actual en la economía mundial y en cada sector productivo. El cambio no se detendrá, se acelerará y aumentará la complejidad de nuestro entorno.

Para una empresa mantenerse cuando todo cambia y todo es tan complejo e incierto es un desafío permanente; deben prosperar día a día en un futuro que la mayoría de las veces resulta difícil de predecir. Siempre ha habido empresas que no se creían vulnerables porque habían sabido superar otras crisis en el pasado, pero ante el panorama actual, será necesario que todas hagan un esfuerzo extra para poder adaptarse a los nuevos escenarios de futuro.

En el mundo globalizado actual ser competitivo resulta imprescindible; hay que gestionar los recursos en situaciones complejas, en lugares muy distintos y muchas veces con culturas diferentes. Muchas soluciones que han servido hasta ahora no servirán en el futuro.

Las organizaciones públicas o privadas están constatando que su mundo fuera se mueve muchas veces más rápido que dentro de las propias organizaciones, con un riesgo cierto de quedarse rezagadas. Por ese motivo deben hacer un esfuerzo continuado para adaptarse de forma más rápida e inteligente que sus competidores.

En estos momentos, en primer lugar, habrá que recuperar el terreno perdido por la reducción de la actividad o por llevarla a cabo en circunstancias especiales. A ello habrá que unir el necesario cambio e innovación para adaptarse a la nueva realidad, que ayudará a recuperar lo que se ha perdido, a conseguir lo que aún no se tiene, a poder llegar donde todavía no se ha estado y, en definitiva, a adaptarse a los nuevos escenarios en una posición competitiva.

Las consecuencias de la crisis actual son aún difíciles de predecir con exactitud, pero ya hay que estar preparando las soluciones en base a los escenarios que en cada momento y para cada sector se puedan definir. Seguro que todas las empresas están dedicando todos sus esfuerzos a diseñar su vuelta a la plena actividad y a conseguir alcanzar el nivel que tenían antes de esta crisis.

Cada sector es diferente, pero incluso con las actuales limitaciones de movimientos, hay unas pautas de actuación que pueden ser de gran utilidad: intentar ir por delante de los acontecimientos, el análisis continuo de la situación, la elaboración de escenarios de futuro para cada caso y monitorizar de forma permanente los mercados o clientes habituales, los que puedan existir en el futuro próximo y también a los competidores.

Con todo ello hay que definir las áreas de interés, concretar las necesidades de información para su perfecto conocimiento y las vías de acceso a esa información. Hoy en día, a través de internet, acudiendo a las fuentes adecuadas, se puede obtener mucha información que, una vez analizada, puede servir para tomar las decisiones acertadas en cada momento.

El compendio de todas estas actividades, y otras más adaptadas a cada caso concreto, es lo que conocemos como Inteligencia Competitiva, que consiste en la búsqueda sistemática de la información necesaria que, después de analizarla, sirva para tomar las decisiones que ayuden a una empresa a ser más competitiva. A estas actividades deben unirse las de otros departamentos de las empresas dentro de una misma estrategia y con el mismo objetivo: LA COMPETITIVIDAD

El éxito se consigue mediante la iniciativa para generar propuestas de mejora, de decisión para adaptarse a los nuevos escenarios y de voluntad de llevarlas a la práctica.