Vuelvo a mi pueblo con el ánimo recuperado tras duras jornadas de cautelas, vacunas, y tantas malas noticias sobre la nueva oleada del virus. Sin embargo, ajenas a las tribulaciones de los humanos las golondrinas volvieron a anidar en el patio de mi vieja casa, observo a los pajaritos que nacieron aquí y que ahora comienzan a probar el vuelo y me pregunto asombrado ¿cómo sabrán volver el año próximo? Pero me digo, Garrucha es conocida allende los mares y las aves migratorias actualizan cada año sus cartas de vuelos para llegar hasta esta costa.

En la Comarca se vive el bullicio del verano con la esperanza que muy pronto se normalice la actividad y el ritmo de la vida. Hablo con amigos y vecinos y me comentan que hay actividades que ya han superado la curva de estancamiento y que la Comarca sigue creciendo con nuevas empresas singularmente en el sector de la agricultura. Compruebo que desde la autovía se puede ver como cada año aumentan en cientos o miles de hectáreas los cultivos de hortalizas cítricos y olivos que verdean el horizonte. Recuerdo aquellos parajes con las tierras yermas, donde pastoreaban los rebaños de cabras y sesteaban lagartos y escorpiones. Hoy son tierras fértiles que producen magnificas cosechas, riqueza y prosperidad que dan nombre a estas tierras en España en Europa. Conduzco lentamente acompañado de un amigo conocedor de estos pagos y mi asombro se desborda en Palomares, en Cuevas del Almanzora, en Antas, en Pulpí y en los vastos campos que encumbran la sierra hasta Lubrín. La Almería verde está superando en extensión a la Almería ocre. Los años de escasez y hambrunas, de largas sequias, de indiferencia y retraso dieron paso a emprendedores valientes que superando tantas adversidades, con su esfuerzo, inteligencia y trabajo pusieron en pie y en valor todo lo bueno que dormitaba abandonado en esta tierra.

Todo esto me hace sentirme orgulloso y se hace notar que escribo con orgullo de las gentes de mi tierra, los verdaderos protagonistas del desarrollo y el progreso que parecía inalcanzable en este rincón del mapa peninsular. Por citar algunos hitos; la mayor empresa de Andalucía por su volumen exportador está asentada en esta Comarca produciendo para todo el mundo y asombrando a los mercados por su capacidad innovadora. Un plantel de empresarios del sector agrícola, del industrial, del transporte y otras actividades están arraigados en sus pueblos creando puestos de trabajo y abriendo nuevos mercados que llegan a todos los países del mundo. El puerto de Garrucha es el mayor exportador de mineral de yeso; 7.045.485 es decir más de siete millones de toneladas. Según cifras publicadas, Almería es la segunda provincia andaluza en crecimiento exportador, con cifras muy significadas de 2.134 millones de euros. Y las expectativas de crecimiento se ven avaladas por las nuevas explotaciones agrícolas , el aumento de la flota de camiones para largos trayectos y sobre todo la permanente investigación y lanzamiento de nuevas marcas y productos de la mayor empresa de fabricación de superficies innovadoras para la arquitectura ubicada en Cantoria.

Todo esto que escribo era sencillamente inimaginable hace unos años. Y el fenómeno que acompaña este crecimiento espectacular se debe singularmente a los almerienses, esforzados en tantas contrariedades que han sabido aprovechar las oportunidades y la singularidad del clima mediterráneo. Faltaba algo esencial, el agua. Y el agua llegó también por la voluntad inquebrantable de los agricultores que crearon sociedades de regantes eimplantaron modernos sistemas de riego para abastecerse de agua con sistemas de alto nivel tecnológico sin necesidad de ayudas o subvenciones públicas como la gigantesca proeza del trasvase del Negratin. Causa perplejidad el constante pulso político entre administraciones y Comunidades por los derechos sobre el agua. Desde años el Sureste viene utilizando y pagando la cuota de agua que le corresponde del trasvase Tajo/Segura que era y es la principal fuente de abastecimiento. La riqueza y el desarrollo que se ha podido crear con estos recursos hídricos ha sido capaz de sostener una de las mayores superficies de producción del sector agrícola de Europa en Alicante, Murcia y Almería. Todo este paciente trabajo de años está seriamente amenazado por la decisión del Gobierno de España que ya advierte que el trasvase del Tajo tiene los días contados. Antes ocurrió en relación a estas provincias ; la primera decisión del Gobierno del PSOE con José Luis Rodriguez Zapatero como Presidente fue derogar el Plan Hidrológico Nacional que había sido aprobado por el Gobierno de José Mª Aznar el 5 de julio de 2001 y cuyo comienzo simbólico el 19 de febrero de 2004 fue un acto de relevancia política y social al que asistió el Presidente del Gobierno para la colocación de la primera piedra de esas obras que habrían de traer agua desde el Ebro. Otra ocasión malograda por los oscuros intereses de la política cuya ejecutora fue precisamente la entonces diputada del PSOE por Almería y Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. El caso es que desde siglos el problema de Almería y del Sureste es el agua. Cabe imaginar el mérito de haber conseguido que estos extensos campos sean hoy productivos superando las limitaciones e inconveniencias del escaso caudal de recursos hídricos.

Pero Almería crece y se desarrolla en otros sectores como son la hostelería, el turismo, la restauración y el ocio. Acompaña a estos sectores la variedad de productos de extraordinaria calidad que ponen notas de excelencia a los aceites, conservas artesanales, productos cárnicos, hortalizas como el tomate Raff, las sandias Faschion y tantas otras que llevan el sello de Almería. Y por supuesto y en lugar destacado, la gamba roja de Garrucha. Resultado de todo esto es que esta Comarca cuente con restaurantes de fama internacional que dan a conocer al mundo la cocina tradicional almeriense.

Escribo desde la arena de la playa, en mi lugar preferido, un bar restaurante que ha sido distinguido como el número dos de los mejores chiringuitos de España de la Guía Repsol. Nada mal para este pueblo donde compiten casi veinte restaurantes dedicados a las delicias del mar. Es verano, tiempo de alargar las tardes con amigos, tiempos de alejarse de las fatigas cotidianas, de enterrar los malos recuerdos del invierno y disfrutar de esta vida tan maravillosa y compleja. Es tiempo de amistad y de cañas con buenas tapas, de partidas de mus, de interminables cenas. La política ya no enturbia mis palabras porque en estas fechas cada uno debe recuperar su identidad más profunda y el derecho a la tranquilidad. Y volver a su pueblo, quien tenga la dicha de tener un pueblo.

Se está calentando la cerveza y creo llegado el momento de tomarme esto en serio y pedir un oloroso de Jerez con mojama de atún rojo y almendras fritas. Comprenderán los lectores lo muy poco que pueda interesarme en estas circunstancias el viaje de Pedro Sánchez a EE UU,.. ¿ o puede que haya sido a Mauritania?