Tribuna

José maría Martínez de Haro

Escritor y periodista

Andalucía en un mensaje de whatsAps

La sempiterna Andalucía de pandereta y peineta. La del "quejío", la Maestranza, la saeta y el olor a azahar. El mito elevado a su potencia destructora

Andalucía en un mensaje de whatsAps Andalucía en un mensaje de whatsAps

Andalucía en un mensaje de whatsAps

Tuve ocasión de asistir a un Encuentro de Escritores convocado y organizado en Mojacar por la Asociación Cultural del Levante Almeriense (ACLA), les juro que esta asociación existe. Uno de los conferenciantes, casi todos catedráticos, editores y críticos literarios, entre otros Juan Cruz periodista del diario el País, escritor y editor, habló de la situación del sector editorial y de los jóvenes autores en Andalucía. Mostró en pantalla cifras y datos, cuadros comparativos con otras autonomías y algo muy explícito sobre las políticas de la Junta de Andalucía y su presupuesto para promocionar a autores andaluces noveles. Resulto evidente que no existía tal política y tampoco presupuesto alguno para este concreto desarrollo de la cultura con mayúsculas. Ninguna iniciativa efectiva. Ningún interés por implementar programas divulgativos sobre la creatividad literaria en Andalucía. Nula sensibilidad de parte de los gestores públicos , políticos con capacidad de decisión y funcionarios de alto nivel en relación a fomentar con planes sostenidos este gran patrimonio de creatividad literaria e incluso genialidad que pertenece por entero y caracteriza al pueblo andaluz desde siglos.

Llegados aquí, alguien en la sala de conferencias preguntó, ¿dónde va entonces el dinero público en Andalucía destinado a la cultura ?. Otro cuadro apareció en la pantalla con cifras y actividades que recibían algún tipo de ayuda; el fomento de la copla, el flamenco, las sevillanas como folckrore, los titiriteros, guiñoles, circos, todo tipo de "arte alternativo"... etc. Seguimos en lo mismo tras siglos de fracasos consecutivos, con la monarquía, con las repúblicas, con las dictaduras y con la democracia. La sempiterna Andalucía de pandereta y peineta. La del "quejío", la Maestranza, la saeta y el olor a azahar. El mito elevado a su potencia destructora. El tópico manido que no se rinde ante la evidencia de una sociedad nueva, un mundo nuevo que avanza inexorablemente hacia un futuro espectacular. Antes y siempre los caciques y los "señoritos", ahora La Junta de Andalucía, en este caso el PSOE se muestra coherente con un pasado desolador y mantiene y alimenta los mismos tópicos que frenan el desarrollo intelectual cultural, educacional, social y económico en Andalucía. Y resulta cierto que es una fórmula magistral para continuar en el poder desde siglos. Los tópicos ensalzados a niveles planetarios desde los medios públicos de información sobre todo audiovisuales son la esencia misma del viejo régimen andaluz. Y por ello nadie quiere renunciar a ellos.

Recibo en mi móvil por whats app un mensaje muy extenso y explicativo que viene al caso trascribir. Lo envía un catedrático de la Universidad de Córdoba, concretamente del Departamento de Física y Química, se percibe su estado de ánimo ante el espectáculo permanente en Andalucía. Se muestra "harto" de la difusión diaria de los tópicos sobre los andaluces y sobre Andalucía que perfilan la "cultura" andaluza y que aliena a todos los andaluces al estilo de Juan I Medio o María del Monte como exponentes de lo peor y más dañino ejemplo de lo que representa la sociedad andaluza y su cultura en el siglo XXI. El mensaje dice así; " Estoy harto. Tan harto estoy que ya no sé si decirlo, escribirlo, gritarlo o ponerlo con hache intercalada. Harto de que a los andaluces se nos etiquete de vagos, sin criterio, apesebrados, subsidiados o incultos. Harto de que se nos asocie únicamente con la juerga, los toros, el vino. Harto de "Loperas" y "muschobetis" de famosillos de tercera división , de Malayas, de Faletes,..etc. Harto de ver en las series de televisión los papeles de criada analfabeta o tontito con acento andaluz. Harto de ver programas de zapping o con el patético Juan y Medio y su programa con nuestros ancianos en busca de parejas que dan la imagen de personajes grotescos. Harto de nuestra imagen de sociedad subsidiada, cateta y sin criterio. Cansado de que se menosprecie nuestro acento. Harto de ver andaluces que únicamente triunfan en el programa de Patricia, Gran Hermano y similares, harto de Jesulines, de Pantojas, de Ponzis y Jurados. Harto de Romerías del Rocío, de Feria abril. Harto de duquesas de Alba ( la hicieron hija predilecta de esta tierra, tócate los pirindolos) , de su hija y de su yerno y sus trajes de flamenca. Harto de toreros que se lían con fulanas, del botijo y la pandereta. Harto, cansado y aburrido me tienen. Ojalá alguna vez los medios se acuerden de millones de andaluces que se levantan cada mañana para levantar esto. O de nuestros padres y abuelos que emigraron hace décadas a Suiza, Cataluña y el País Vasco para trabajar donde nadie quería. Y quien habla de nuestra incultura recuerde a Séneca, Maimónides, Averroes, Góngora, Bécquer, Alexandre, Lorca, Juan ramón, Machado, Falla, Zambrano, Picasso, Velázquez, Murillo, Alberti, Cernuda, Blas Infante, Carlos Cano, Antonio Gala, Luis Rojas Marcos, Sabina,etc. Ojalá se acuerden que hablamos con acento andaluz abogados, marineros, profesores, médicos, albañiles, arquitectos, investigadores, camareros, taxistas, prostitutas, jueces, enfermeras, empresarios, obreros, agricultores. y se acuerden de millones de personas que se parten los cuernos cada día desde Ayamonte hasta el Cabo de Gata. millones de andaluces que siguen haciendo Andalucía mas allá de Despeñaperros. Ojala este mensaje lo leyera mucha gente. Ojalá diera la vuelta al mundo, aunque me temo que quedará perdido en el inmenso océano de Internet. Pero también podría ser que se extendiera a través de redes sociales que llegara a todos los rincones del mundo."

Hasta aquí el mensaje de este andaluz quebrado por la triste realidad que presenta esta tierra inmensa que no logra encontrar su destino en el mundo desarrollado de este siglo. ¿ Cuantos lectores podrían compartir este lamento?. El profesor lo expresa a su modo y da sus señas en la universidad, se compromete con nombre y apellido que por prudencia no trascribo en estas líneas. Yo trataré de aportar alguna reflexión sobre el contenido del mensaje en próximos artículos. Los demás, todos los demás, podrán seguir ante el televisor sin apenas inmutarse.

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