Tribuna

Eusebio Villanueva

Concejal del PSOE de Almería

Avaricia

La Salle tiene derecho a la devolución del aval, pero mucho nos tememos que esto será un nuevo culebrón judicial, con la reclamación de los intereses al Ayuntamiento

Avaricia Avaricia

Avaricia

Viajemos al año 2005. Era el punto álgido de la burbuja inmobiliaria. Almería celebraba los Juegos Mediterráneos. El Sr. Megino presentaba la modificación del PGOU con un planteamiento maximalista, ampliando la ciudad a la Vega de Allá, saltando el Andarax con varios puentes y trasladando el aeropuerto a Tabernas. En ese ambiente de efervescencia urbanística se firma un convenio entre los Hermanos de La Salle, El Corte Inglés y el Ayuntamiento de Almería, justificado por el "interés público".

La Salle quería llevarse el colegio a Las Chocillas y construir en la parcela del centro 5 edificios de 6 a 8 plantas de altura: 4 dedicados a vivienda, con 25.000 m² (unas 250 viviendas) y uno para el Corte Inglés, con 29.260 m². Este era el caramelo que daba prestigio a toda la operación. A cambio, los Hermanos urbanizaban las Unidades MNO 13 y 14 y construían un campo de fútbol en terrenos municipales, para cederlo posteriormente. Por su parte, el Consistorio cedía en el Sector 4 una parcela de 10.000 m², con una edificabilidad de 5.000 m² para equipamiento escolar. Según la LOUA el Ayuntamiento recibe el 10% de aprovechamiento, bien en cesión de edificabilidad o en su equivalente económico. La Salle realizó un depósito del 50%, a cuenta del aprovechamiento, de 1.417.480 €, cantidad cuya devolución acaban de reclamar. Con una simple regla de tres podemos calcular que el aprovechamiento total de la parcela ascendería a 28.349.600 euros. Parece que era un buen negocio.

Pero este convenio tan redondo, sobre todo para los Hermanos de La Salle, tenía algunas pegas: se eliminaba una instalación educativa en el centro, donde precisamente no abundan, y se aumentaba significativamente el número de viviendas, incrementando las dotaciones previstas para plazas escolares, aparcamientos e infraestructuras de todo tipo.

La propuesta de mantener el colegio era una exigencia razonable que fue planteada por la Administración y demandada por los padres de los alumnos. La cuestión tenía una fácil solución: modificar la ordenación de la parcela de la Rambla para dedicar alguno de los edificios previstos a mantener el colegio. Esto reduciría ligeramente los beneficios económicos, pero el convenio, que actuaba sobre 36.000 m² de suelo, tenía margen de maniobra suficiente para compensarlo.

Solicitar esa devolución, 15 años después, se justifica en que el Ayuntamiento no ha cumplido con el convenio al no tramitar la modificación del PGOU. Pero ¿qué ha impedido llevar a cabo esta modificación, cuando es una figura urbanística que el PP ha usado profusamente a lo largo de estos años? Nada

más y nada menos que 73 modificaciones puntuales, la última de ellas en el pasado pleno, con lo que no pueden argumentar falta de experiencia.

Y es que la avaricia rompe el saco. Parece que ninguno de los actores de este sainete se ha esforzado mucho en sacar adelante el convenio: ni los Hermanos de La Salle, que hasta comienzo de este año no han dicho ni pamplona; ni el Ayuntamiento, que no ha impulsado las modificaciones puntuales -puede que rebajar la edificabilidad de la parcela lo considerara una pérdida o que viera peligrar alguna muestra de "agradecimiento"-; ni El Corte Inglés, que se ha limitado a poner el palmito, como los famosos en la Alfombra Roja. La Salle tiene derecho a la devolución del aval, pero mucho nos tememos que esto será un nuevo culebrón judicial, con la reclamación de los intereses al Ayuntamiento, que puede suponer un millón más a sumar al pago de los 31 del Paseo Marítimo: ejemplos de la nefasta gestión de nuestra ciudad a manos del Partido Popular.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios