Tribuna

José María Martínez de Haro

Escritor y periodista

¡!Ay Venezuela¡!

Y estamos ante la cruel realidad de los noticieros de cada día informando nuevas muertes de estudiantes y obreros

¡!Ay Venezuela¡! ¡!Ay Venezuela¡!

¡!Ay Venezuela¡!

En aquellos años grises, los jóvenes españoles miraban hacia afuera. Buscaban un porvenir y dar cabida a su sueños , mejorar las precarias condiciones de vida. Antes que Alemania, la meta de aquella generación de los años 50 y 60 del pasado siglo eran Venezuela, Argentina y Méjico. El idioma y la cultura fueron lazos donde mitigar el desgarro de la emigración. Venezuela abrió sus brazos con generosidad para acoger a miles de españoles, hombres y mujeres de Islas Canarias, Extremadura, Murcia, Castilla y Andalucía. Recuerdo en mi pueblo aquellas despedidas de llanto y casi luto , los jóvenes conteniendo las lágrimas despidiendo a sus padres, hermanos y esposas e hijos embarcando hacia Venezuela. Retengo los nombre de aquellos que se fueron y guardo en la memoria los rostros de los que nunca volvieron. Familiares nuestros con sus hijos de 4 y 7 años llegaron a Caracas dejando una huella de dolor imborrable en sus padres y hermanos.

!¡ Ay, Venezuela,!¡, país hermano, que grande fue tu corazón para con los españoles. Y ahora, sesenta años contemplan tu ruinosa desolación. Qué gran tragedia de muerte y terror asuela tu vibrante energía. Implacable tiranía que asesina a un pueblo grandioso que reclama alimentos, medicinas, paz y libertad. En toda tragedia se hace fuerte un villano. En Venezuela, el villano Maduro amenaza con las armas si los votos no fueran suficientes para perpetuar su tiranía. Y en estos meses de protestas, asesina a jóvenes que defienden su Constitución y las leyes de la República. El villano encarcela a quienes se oponen a su feroz tiranía en tanto los jerarcas del clan narco hacen su agosto y sostienen al títere sanguinario. En esta estremecedora realidad nosotros aportamos también nuestro "petit maitre" (petimetre) el imperturbablemente necio Jose Luis Rodríguez Zapatero. Zascandil de Maduro ha llegado al cénit de su necedad. Se ignoran los intereses que mueven a este mediador repudiado por toda la oposición democrática venezolana. Sin embargo el régimen le recibe con honores en tanto rechaza la presencia en Venezuela de Felipe González y le veta como abogado de Leopoldo López. Menuda diferencia. Leo declaraciones de los dirigentes de la oposición protestando por la presencia de Zapatero en las falsas negociaciones con el Gobierno de Maduro. ¿Qué negociaciones?. La oposición mantiene firmes las bases de cualquier posible acercamiento; la liberación de los presos políticos y la convocatoria de elecciones libres con observadores internacionales. Zapatero no parece atender estas condiciones y se pasea los fines de semana por Caracas con esa sonrisa de aprendiz de brujo que asusta. Pero nadie excepto Maduro le invita a esta escenificación del cinismo. ¿le importa a Zapatero la situación más allá de lo humano que soporta el pueblo venezolano? Ya son 94 los muertos reconocidos oficialmente por la violenta actuación de la policía del régimen, la lista se eleva a 106 en fuentes no oficiales. Este es el balance de las "negociaciones" en las que Zapatero interpreta un singular papel que deshonra a los españoles de bien. Aquí, en España, la opinión pública ya tiene formada una imagen de la realidad de Venezuela; Terror, muerte, hambre y desolación de un pueblo masacrado impunemente por un dictador que pretende perpetuar su tiranía. Naturalmente tiene sus aliados en aquellos que viven y negocian con la ruinosa situación económica del país. Y también en los que de algún modo simpatizan ideológicamente con esta cruel dictadura impropia del siglo XXI. Aquí, en España, los partidos democráticos, no han sido capaces de ese esfuerzo que la situación requiere. España es posiblemente la via donde se pueda encauzar una solución a este insostenible régimen de terror. Los analistas conocedores de la situación advierten sobre una posible contienda civil de resultados catastróficos. Sorprende la posición férreamente estaliniana de los partidos de extrema izquierda bolivariana que en España apoyan sin reservas al régimen de Maduro. No encuentran sus dirigentes atisbo de humanidad cuando la familia de Leopoldo López hace llegar la grabación de su voz desgarrada denunciando torturas.Y estamos ante la cruel realidad de los noticieros de cada día informando nuevas muertes de estudiantes y obreros. La falta de mínimos para la sanidad, la absoluta carencia de alimentos, la inseguridad que ha llegado a registrar en 2016 la espeluznante cifra de 28.416 crímenes según el Observatorio Venezolano de Violencia. Es decir, el caos se ha apoderado de este país y solo la capacidad de resistencia del pueblo da muestras de verdadero valor y sacrificio. El Gobierno español está formalmente obligado a algo más que sus notas de protesta y las quejas diplomáticas Urge una firme posición de las mayorías parlamentarias que propongan una Comisión por la Paz donde se integren diputados y senadores de impecable trayectoria en defensa de los derechos humanos. Lideres y ex presidentes, juristas y diplomáticos, todos quienes tengan presente la generosidad de Venezuela con aquellos españoles de la emigración. Ese pueblo merece más compasión, mas compromiso y mas decisión de quienes representan al pueblo español hermanado por sentimientos imborrables con la querida Venezuela.

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