Tribuna

Manuel Peñalver

Catedrático de Lengua de la UAL

Carmelo Rodríguez y Antonio Posadas

Carmelo y Posadas entre todas las memorias, apellidarán aquel enunciado de Nelson Mandela: "Que reine la libertad. El sol nunca se pone sobre tan glorioso logro humano"

Carmelo Rodríguez y Antonio Posadas Carmelo Rodríguez y Antonio Posadas

Carmelo Rodríguez y Antonio Posadas

Oantonio Posadas y Carmelo Rodríguez. Las elecciones al claustro y a rector de la Universidad de Almería se aproximan como un párrafo orteguiano, en esos instantes en los que la lectura se hace filosofía con el silogismo del pensamiento kantiano. La Universidad de este histórico rincón del Mediterráneo ha cumplido su mayoría de edad este XXV Aniversario, donde el recuerdo sueña con un volumen mirífico, con las tapas y el lomo, cubiertas con piel de cordero curtida, tintes de color castaño y jaspe salpicado. O en papel especial en verjurado; en pliegos cosidos con hilo vegetal, cantos dorados con oro; encuadernados en piel con hierros bruñidos y piel con nervios. Los dos brillantes catedráticos han anunciado su candidatura. Sus equipos de trabajo redactan ya unos programas que despierten la ilusión entre profesores, alumnos y personal de administración y servicios. Tanto Carmelo Rodríguez, actual rector, como Antonio Posadas tienen un currículum caligrafiado con los más excelsos méritos en la investigación, la docencia, la transferencia del conocimiento y la gestión. Las páginas de esta trayectoria son, en ambos casos, el tomo enciclopédico de una dedicación encomiable a la noble causa de la Universidad de esta tierra; la cual el Mare Nostrum cinceló como si fuera un poema borgeano. O, tal vez, una rima de Ida Vitale, la cual se funde y se ama como una ola que se hace libre en el color translúcido del alba. Antonio Posadas y Carmelo Rodríguez, o Carmelo Rodríguez y Antonio Posadas, sueñan con la utopía cervantina de convertir un símbolo en la sapientia in lumine que la universalidad otorga a los que creen en la historia desde Pitágoras a Einstein; desde Hipócrates a Severo Ochoa. De manera que permanezcan esculpidas en las aulas del campus las palabras aristotélicas de Ramón y Cajal: «Procuremos agradar e instruir; nunca asombrar». Con su diferencia y especificidad, la convicción es la de que las dos propuestas serán bien recibidas por la comunidad universitaria. De manera tal que enciendan en la memoria la frase de James William Fulbright: «Para ser un hombre de Estado, primero debes ser elegido». Sabedores de que una campaña electoral clarividente es un hecho imprescindible para ganar unas elecciones, los dos profesores, en el tiempo proustiano que vuelve, sacarán conclusiones de la película documental, que dirigió en 1968 Robert Drew. Tiene como argumento la disputa entre John F. Kennedy y Hubert Humphrey por la candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Tampoco se olvidarán de El candidato, que logró el óscar al mejor guion y fue dirigida por Michael Ritchie, con Robert Redford y Peter Boyle de protagonistas. La política, de acuerdo con su étimo griego, está presente en cualquier ámbito de la sociedad. La relevancia del márquetin y de los mensajes hace que surjan las preguntas en momentos en los que el hoy no es la metáfora joyceana del ayer: ¿En qué líder fijarán su atención, con el fin de analizar la estrategia, los dos candidatos? ¿Quizá en Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, por sus planteamientos originales, cercanía, amabilidad y el conocimiento de internet y de las redes sociales, que lo han convertido en un político carismático? ¿Tal vez en John F. Kennedy, un símbolo para la historia, admirado y querido, seguro y sonriente ante la cámara como si hubiera sido el mítico John Ford? Harían bien ambos aspirantes en caligrafiar en su cuaderno, uno por uno, los sintagmas de aquel fragmento del discurso kennedyano: «Celebramos, hoy, no la victoria de un partido, sino un acto de libertad». Nuestra Universidad ha recorrido una etapa decisiva por sus logros investigadores y pedagógicos. Los retos de la transformación digital son imprescindibles para conseguir los objetivos previstos. Las nuevas tecnologías y herramientas del siglo XXI son una realidad virtual en la institución. Proyectos nacionales e internacionales constituyen una referencia de prestigio y esplendor. Universidad, sociedad y empresa tienen que caminar juntas. Promoviendo el liderazgo y el emprendimiento. La inserción laboral debe ser una apuesta convencida. Carmelo Rodríguez y Antonio Posadas, o Antonio Posadas y Carmelo Rodríguez, aportan su crédito y su conocimiento. «Tienes que esperar grandes cosas de ti mismo antes de hacerlas», dijo Michael Jordan. Palabras que vuelven como endecasílabos quevedianos; los cuales se proyectan por el sendero iluminado en las páginas donde buscamos, por haberlas leído, la sabiduría y el intelecto. Carmelo y Posadas, o Posadas y Carmelo, entre todas las memorias, apellidarán aquel enunciado de Nelson Mandela: «Que reine la libertad. El sol nunca se pone sobre tan glorioso logro humano». Algún día la política será verso. Y sintaxis, que fue nuestra. Leyendo a Raymond Chandler y a F. Scott Fitzgerald a la sobria luz del pensamiento. Universitas Almeriensis. Bañada entre manuscritos. Tan dilectos como un artículo de Larra en la España de hoy. Sabiendo lo que se ha de decir.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios