Tribuna

Adriana Valverde

Concejala y candidata del PSOE a la alcaldía de Almería

Cultura, transformación y promoción urbana

Se trata de crear sinergías entre cultura, creatividad y planeamiento urbano, que permita ver que la cultura es entendida como un derecho de los ciudadanos

Cultura, transformación y promoción urbana Cultura, transformación y promoción urbana

Cultura, transformación y promoción urbana

En las últimas décadas, en la mayoría de ciudades del mundo se han venido desarrollando diversos planes, proyectos y políticas urbanas que utilizan la cultura como principal estrategia. Ya sea mediante la preservación de centros históricos, la reconversión de infraestructura obsoleta en equipamientos culturales, el cuidadoso diseño de espacios públicos o la promoción de industrias culturales; cada vez se hace más evidente el esfuerzo de los gobiernos urbanos por apelar a la cultura como recurso a la hora de identificar los aspectos diferenciales de las ciudades, sus ventajas comparativas y su singularidad, lo que les ha llevado a rescatar lugares simbólicos y representativos o simplemente a inventarlos. En definitiva, la cultura se ha instalado en la agenda urbana y cada vez son más las políticas orientadas hacia la construcción de una imagen de ciudad basada en la cultura, el ocio y el turismo como claves de diferenciación y competitividad

Estas tendencias globales en el planeamiento urbano, no han llegado aún a la ciudad de Almería adaptándolas a sus especificidades locales; no al menos, de una forma ordenada y consciente. Es notorio que durante los últimos años, en Almería no se ha emprendido ningún proceso de reestructuración y planificación que, luego de la contextualización acerca de la relación entre cultura, creatividad y planeamiento, aborde el problema de nuestra ciudad desde tres categorías de análisis: los enfoques y perspectivas desde los cuales se aborda la cultura; los repertorios del planeamiento cultural urbano, es decir, el tipo de intervenciones urbanísticas a través de las cuales se materializan los enfoques ; y por último, las estrategias de promoción nacional e internacional con las cuales se pretenda posicionar a Almería como centro cultural, que suelen ser campañas de marketing urbano, participación en redes de ciudades asociadas a la cultura o la organización de eventos de amplio reconocimiento

La articulación entre planeamiento urbano, cultura y creatividad se debe de traducir en un repertorio de proyectos para Almería, que se pueden clasificar en cuatro tendencias complementarias. En primer lugar, están las "iniciativas de renovación y revitalización de espacios urbanos", como, por ejemplo, el Cable Ingles, el Hospital provincial, la antigua Estación o la revitalización del Casco histórico.

En segundo lugar, se encuentran los proyectos relacionados con las "industrias culturales o creativas". Claro ejemplo puede ser la industria del cine, de la fotografía o de la guitarra. Estas actividades pueden llevar a la configuración de distritos culturales, bien sea de manera espontánea o dirigida a través de políticas públicas.

En tercer lugar, está la conformación de "ejes o corredores culturales", espacios públicos abiertos, con una oferta material y simbólica que incluya lugares de ocio y equipamientos culturales, en algunos casos con cierto grado de especialización y con una oferta comercial combinada de vivienda y servicios. Por ejemplo, necesitamos comunicar los barrios con el centro, y estos entre si también con la cultura.

Finalmente, está la formulación de "políticas culturales" que, como complemento a una infraestructura física idónea, incluyan una agenda cultural permanente y diversa con exposiciones, conciertos, ferias y festivales; aunque también algunos de estos eventos deben tener como finalidad dinamizar procesos de regeneración urbana y construir nuevos equipamientos. Como estos eventos son ofertas puntuales, que resultan atractivas solamente durante su realización, Almería debe afanarse por crear nuevas ferias y festivales que resulten atractivos, sobre todo internacionalmente, aprovechando nuestra condición de frontera europea y de puerta del Mediterráneo.

Todo ello tratando de evitar a todo trance que la promoción cultural suponga una expulsión de sectores populares de sus actuales enclaves territoriales y de iniciativas que nos alejen de la singularidad necesaria para ofrecer una imagen que nos distinga de la estandarización con otras ciudades.

Se trata de crear sinergias entre cultura, creatividad y planeamiento urbano, que permita ver que la cultura es entendida como un derecho de los ciudadanos y como un sector económico relacionado con las industrias creativas y culturales, y al mismo tiempo como un recurso para la reconstrucción de la imagen de la ciudad con el fin de atraer empresas, inversiones y turistas.

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