Tribuna

Coronel Javier Soriano

Subdelegado de Defensa en Almería

Desmitificando a Francis Drake

En los siglos de nuestra presencia en América, las acciones de piratas y corsarios sobre nuestras líneas de navegación sólo causó el 10% de las pérdidas

Desmitificando a Francis Drake Desmitificando a Francis Drake

Desmitificando a Francis Drake

El Capitán de Navío D. Cesáreo Fernandez Duro nació en Zamora en 1830. Ingresó con 15 años como Aspirante de Marina en la primera promoción del Colegio Naval Militar de San Fernando (Cádiz) y a lo largo de su vida militar se hizo acreedor de la Cruz de la Orden de San Fernando por su comportamiento en la jornada de Joló (1851) en Filipinas, y la Cruz de la Diadema Real de Marina y el empleo de Comandante de Infantería por su actuación al mando del vapor Ferrolano en la campaña de África (1860). Pero también Fernandez Duro sobresalió en el ámbito intelectual puesto que fue miembro de honor de la Academia de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, fundó en Madrid la Real Sociedad Geográfica (que presidía al fallecer) así como la benemérita de Salvamento de Náufragos, figuró en cabeza de la comisión que investigó por las costas africanas el emplazamiento de la antigua posesión de Santa Cruz de Mar Pequeña (Ifni), y cuando se reunió en Madrid el Congreso de Americanistas (1880) fue su Secretario General, siendo nombrado uno de los árbitros de la cuestión de límites entre Colombia y Venezuela. Miembro de la Real Academia de la Historia en 1881 y Secretario Perpetuo de la misma en 1898, que le otorgó el Premio al Mérito en 1907, poco antes de morir. Como autor de más de 400 obras, entre libros, monografías, informes y memorias, la figura de Fernandez Duro es esencial entre los estudiosos de cuantas disciplinas cultivó. Entre sus obras destacaría la de la Armada Española (desde la unión de los Reinos de Castilla y de Aragón), con un total de 10 tomos, contado el tomo preliminar de La Marina de Castilla. En el tomo II escribe sobre la piratería durante el siglo XVI, con un apartado de referencias relativas al pirata inglés Francis Drake muy completa.

La lista de historiadores españoles de la talla de Fernandez Duro es tan extensa que no es comprensible que para el análisis de hechos o personajes históricos como la del citado pirata, ennoblecido por su Reina con el título de Sir por saquearnos, nos dejemos guiar por la historiografía inglesa, de la que curiosamente han desaparecido sus grandes derrotas. Y si hablamos de ello, nos deberíamos referir al Tratado de Londres de 1604, con claras ventajas para España, que daba fin a casi 20 años de guerra entre ambos reinos y en la que con la excepción de dos victorias inglesas en los primeros momentos de la guerra (la expedición de Drake a Cádiz de 1587 y la de nuestra Armada a Inglaterra en 1588), los sucesivos enfrentamientos se contaron en victorias españolas, entre las que destacó el gran fracaso de Drake al mando de la Contraarmada en 1589, una flota con un número de buques y efectivos superior a la de nuestra Armada de 1588, que fue rechazada por la milicia local en La Coruña, donde surgió la heroína María Pita, posteriormente en Lisboa y por último en las Azores, regresando a Inglaterra con la pérdida del 75% de sus efectivos y sin conseguir ninguno de sus objetivos.

A su vez, a partir de 1590, el sistema de convoyes que establecimos, cuyo teórico fue D. Pedro Menéndez de Avilés, y que sería aplicado por los ingleses en las dos guerras mundiales del siglo XX, frustró la mayoría de los ataques corsarios a nuestra Flota de Indias, entre otros, la expedición de Drake y Hawkins contra nuestros asentamientos en el Caribe entre 1595 y 1596, derrotada primero en Las Palmas de Gran Canaria y luego en sucesivos enfrentamientos frente a fuerzas españolas muy inferiores en número en diferentes localizaciones caribeñas, sufriendo los ingleses grandes pérdidas, incluyendo la muerte de Drake y Hawkins, evitando con ello el establecimiento de una base inglesa en Panamá.

Si bien es cierto que Drake obtuvo grandes éxitos en sus primeros años de acción contra España, la posterior reorganización de nuestras defensas y el sistema de convoyes acabó con estos éxitos, siendo el punto de inflexión su gran derrota al mando de la Contraarmada, borrada de su historia por los ingleses.

En los siglos de nuestra presencia en América, las acciones de piratas y corsarios sobre nuestras líneas de navegación sólo fue la causante de un 10% de nuestras pérdidas, mientras que el 90% restante lo fue por las tempestades, por lo que a pesar de la espectacularidad de las acciones llevadas a cabo por personajes como Drake, estas no influyeron tanto en el proceso de decadencia del imperio español como la historiografía inglesa nos ha hecho creer.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios