Tribuna

Pedro Fernández

Periodista

Incidente en la plaza

¿Cuándo se ha decidido esta norma? Las taquillas en Las Ventas de Madrid se cierran muy avanzado el festejo. Soy consciente de que el que se perjudica soy yo

Incidente en la plaza Incidente en la plaza

Incidente en la plaza

Almería no solo innova en agricultura, también es pionera en la puesta en marcha de iniciativas tendentes a sacar la fiesta de los toros de la profunda crisis que sufre temporada tras temporada. Recurrentemente, sin mayor conocimiento del problema y en no pocas ocasiones, se dice que el peor de los enemigos causante de la incertidumbre que vive nuestra fiesta, está dentro de la misma. Pues bien, desde uno de los corazones que tiene la obligación de suministrar la savia necesaria para que Feria tras Feria aumente el número de aficionados que acuden a las plazas, los empresarios, y en este caso, Chopera, como siempre se ha conocido, BMF ahora, que regenta la Plaza de Toros de Almería, se ha adoptado una nueva norma: cerrar las taquillas para la venta de entradas cuando comienza la corrida. ¡Una gran idea! La pena es que ha llegado tarde. Estoy convencido de que hubiese paliado el desastroso final de los toros en Cataluña. Dejando la ironía para otros momentos, la inaudita decisión adoptada por esta empresa la he vivido, o mejor, la viví, el pasado viernes, día 24, como si hubiese caído una enorme losa sobre toda una vida de aficionado. Y es así, señor empresario, porque para mí la fiesta de los toros es un tema muy serio, que ocupa un lugar importante en mi vida, como algo que me interesa, me distrae y me apasiona. Llegué a las 19:14 minutos, cuando Morante de la Puebla ya había iniciado la lidia del primero de la tarde. Llegué tarde, después de tener muchas dificultades para aparcar en los aledaños de la Plaza. Las taquillas estaban cerradas a cal y canto, y cuando reclamé que alguien encargado de las mismas me atendiera, el responsable de la puerta más cercana me transmitió esa intolerable decisión que yo no había oído en más de cincuenta años de aficionado. De nada valieron mis argumentos: Es la primera vez que conozco un horario que condicione tanto a los aficionados

¿Cuándo se ha decidido esta norma? Las taquillas en Las Ventas de Madrid se cierran muy avanzado el festejo. Soy consciente de que el que se perjudica soy yo. Pierdo un toro. La empresa ganaría 40 o 50 euros He recorrido 93 Km para ver una corrida de toros y nadie me explica razonablemente por qué no puedo comprar una entrada ¿Dónde están mis derechos como aficionado, como consumidor? ¿Dónde está escrita esa insólita norma que nadie entiende? Estos y otros ruegos y argumentos tuvieron siempre la misma respuesta. La empresa ha adoptado esta norma: las taquillas se cierran cuando comienza el festejo. Fue un peregrinar lastimoso, por qué no decirlo, humillante y con un final sorprendente. Aquel responsable, interlocutor en un primer momento y al que tengo identificado, se burlaba ahora en la puerta principal de mi último razonamiento, que tenía y tiene valor de prueba. El horario de taquillas de la Plaza de Toros y que le estaba leyendo en riguroso directo desde el cartel anunciador de la corrida, decía textualmente así: "a partir del 22 de agosto: desde las 11 horas, ininterrumpidamente y hasta 30 minutos después del festejo" El responsable de ese cartel es la empresa BMF y el empleado hacía caso omiso del compromiso de su empresa. ¿Sabe usted señor Martínez, entiéndase Chopera, que los términos y condiciones de sus carteles le vinculan? Creo que debería prestar más atención a su trabajo. Fue una auténtica humillación. Volví a mi pueblo convencido de que tenía que denunciar este atropello, tal y como voy a hacer ante la administración competente. Esto fue lo que ocurrió el pasado viernes 24. Pero quiero explicarle, señor empresario, además de los hechos, la causa de mi indignación, porque alguien puede pensar que no es para tanto. Se lo dije al principio de mi denuncia. La fiesta de los toros es una afición muy seria porque ese mundo, en mi opinión, además de los aspectos artísticos, técnicos, históricos etc., todos ellos interesantísimos, es un manual de vida para un aficionado. Es esa escuela de valores, así lo veo yo. Y por eso me gusta, y por eso soy aficionado, porque creo que los valores de la fiesta son un ejemplo a seguir. Ahí están, como dice el profesor y gran aficionado Javier López-Galiacho, el dolor, el miedo, la astucia, la inteligencia, el arrojo, la valentía, el sacrificio, el esfuerzo. En su libro, "De frente, en corto y por derecho", un ensayo de la tauromaquia para el liderazgo personal y empresarial, este maestro de aficionados, deja un mensaje que impresiona. Dice López-Galiacho que "hoy no se lidera, se gestiona, porque no se acepta la pérdida. Los toreros lideran porque la asumen y la aceptan, incluso la pérdida de la propia vida". Se trata de reflexionar sobre lo que vemos, se trata de descubrir lo que hay detrás de esa bella estampa que configuran toro y torero, durante la creación de un largo natural. Lo que resume el eminente profesor Tierno Galván, con quien tuve el honor de conversar en no pocas ocasiones en el ejercicio de mi profesión como profesional de la información política y parlamentaria. Decía el viejo profesor en su breve escrito "Los toros, acontecimiento nacional", que "no hay espectáculo en España que tenga más valores que el toreo". Y mientras ustedes deciden leer estas reflexiones o creer en ellas, si ya las han leído, yo voy a seguir asistiendo a todas las corridas que Dios me permita, entre 50 y 60 por temporada, procurando no entrar en ninguna de las plazas que regentan.

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