Tribuna

Juan José García

Experto en Inteligencia Económica y Competitiva

Reflexiones después de un año de pandemia

"Si observamos cualquier ámbito vemos que los cambios a todos los niveles son constantes y la complejidad, si cabe, va aumentando con el paso del tiempo"

Reflexiones después de un año de pandemia Reflexiones después de un año de pandemia

Reflexiones después de un año de pandemia

En el marco de mi colaboración con el Diario de Almería, que comenzó en marzo de 2020 con el inicio de la pandemia del coronavirus, este es mi artículo número cincuenta y quiero agradecer al periódico la oportunidad que me brinda cada semana de poder trasladar mis comentarios sobre temas de actualidad y por supuesto a los lectores que dedican una parte de su tiempo a leerlos.

Al llegar a esa cifra quiero hacer una selección de los párrafos de mis artículos que contienen los mensajes que considero de mayor interés y que mantienen su vigencia a pesar del tiempo transcurrido desde que fueron publicados.

"Las consecuencias de la pandemia no se pueden eliminar por completo, pero es necesario tomar nota de las lecciones aprendidas en la crisis actual para reducir la vulnerabilidad de la población y desarrollar planes de prevención, preparación y respuesta ante futuras amenazas y desafíos con una buena coordinación de todas las administraciones implicadas tanto a nivel nacional como internacional".

"La utilización de los principios de la comunicación estratégica, como el liderazgo y la credibilidad de los comunicadores, la comprensión de sus mensajes, la coordinación de los esfuerzos de todas las organizaciones involucradas, la oportunidad en la transmisión de las informaciones y la adaptación de los mensajes a la evolución de la crisis, son aspectos clave para minimizar sus consecuencias y las de la desinformación que inevitablemente se genera".

"Antes del inicio de la crisis del coronavirus, las empresas ya estaban compitiendo en un mundo complejo y en constante cambio que planteaba riesgos, desafíos y oportunidades en cada zona geográfica. El cambio no se detendrá, se acelerará y aumentará la complejidad de nuestro entorno y a todo ello habrá que sumar las consecuencias de la crisis actual en la economía mundial y en cada sector productivo".

"El cambio de ciclo y la reversión de la globalización se lleva produciendo durante los últimos años, pero la crisis actual lo ha acelerado. En algún caso se llama a la nueva era la del 'desorden' y en términos económicos quizás sea lo que más se le parezca y siempre haya un cierto desorden al principio de un cambio. Una situación así no tiene por qué ser mala y puede tener efectos beneficiosos si cada país u organización, a su nivel, aprovecha para sentar las bases en las que cimentar su futuro".

"Si observamos cualquier ámbito vemos que los cambios a todos los niveles son constantes y la complejidad, si cabe, va aumentando con el paso del tiempo. El mundo es cada vez más competitivo y las empresas tienen que adaptarse a él haciendo válida la frase de Darwin de que "no son las especies más fuertes las que sobreviven, ni las más inteligentes, si no las que mejor se adaptan a los cambios".

"Es cierto que la crisis económica primero y la del coronavirus después, de forma casi consecutiva, pueden convertir a las generaciones más jóvenes en uno de los grupos sociales más perjudicados. Los gobiernos deben anticiparse y llevar a cabo políticas que minimicen los efectos en los sectores de la sociedad más vulnerables y, sin duda, la juventud es uno de ellos". "Es evidente que nuestra forma de vida es algo que despierta la envidia en todo el mundo, pero nuestros gobernantes y nuestra sociedad deberían ser capaces en algún momento de sentar la bases de un modelo sostenible y menos dependiente de las ayudas externas para lograr el equilibrio adecuado".

"El periodo posterior a la pandemia será una nueva época fruto de los cambios de la sociedad para adaptarse y de las lecciones que necesariamente habrá que aprender y poner en práctica si no queremos que una experiencia como la actual no haya servido para nada y continuemos persistiendo en los mismos errores como país y como sociedad".

"Hay momentos en la historia de los países en los que situaciones inesperadas o sobre las que no se supieron prever sus repercusiones a tiempo hacen su aparición de forma repentina y generan unas consecuencias en nuestras sociedades que marcan el futuro de su historia. Es momento de liderazgos firmes y con visión de futuro, de unión de esfuerzos a nivel interno y también en el plano internacional y de sentar las bases para una sociedad mejor".

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