Tribuna

Jorge Caparrós

Abogado

Reproches de la paternidad

Creo que la paternidad debería ser más que cómo serán los brazos que rodeen a nuestro hijo, sino cómo será el mundo que envuelva nuestro cuerpo

Reproches de la paternidad Reproches de la paternidad

Reproches de la paternidad

E L legado es aquello que realmente define nuestra vida, con todos aquellos caminos o decisiones que hayamos tomado. No sabría por dónde empezar a explicar qué fue lo que hicimos mal. Quizá fue cuando convertimos por apatía, a personas como tú y yo en intocables, generando una absurda diferencia social, que habla de igualdad como método de venta. Cerramos los ojos y aceptamos el juego de la democracia bipartidista con una sonrisa en la cara. Y cuando más pudimos hacer porque desapareciese, permitimos pactos que generaron el mismo bipartidismo en esencia. Pero nuestro mayor error fue creérnoslo y ver cómo ese sistema dividía a la gente, convirtiendo a los más ignorantes en radicales. Con el tiempo nos convertimos en la mayor y mejor publicidad de campaña, gratuita y con personas capaces de perder amistades o hacer nuevas por ese hecho. Fuimos juguetes tanto tiempo que nos costó andar sin esa mano en el trasero. Incluso vimos a gente saltar al vació por ser un crudo mensaje de cambio para una ley más flexible. Regalamos un juguete de 17 piezas a personas que lo zarandearon y favorecieron su rotura. Pero, cuando das el poder a gente sin más visión que ganar un absurdo concurso de popularidad, incapaces de reconocer con sinceridad un error, y de retirarse por hacer mal su trabajo… provocas una guerra civil. Sólo que no la habrá, porque durante años nos enseñaron a sentir indiferencia por este país. El compromiso ha desaparecido y sólo nos permitimos a nosotros mismos berrear de forma pegadiza mientras nuestro equipo gana el mundial. ES más fácil decir que España es un asco, un páramo de mentiras construido en terreno corrupto, que hacer algo por cambiarla. Nunca aprendimos que el mejor representante no era un economista o un abogado… Sino un estratega, un jugador capaz de reunir a los mejores para formar parte de su consejo adecuado, en lugar de estar compuesto por aquellos que más intereses en la sombra puedan tener. Nos hicieron confundir la libertad con el delito y convirtieron a los resistentes en extremistas. Tratan leyes que utilizaban el aborto, la homosexualidad, los valores tradicionales, incluso el recuerdo de los fallecidos en atentados terroristas como moneda clave para su campaña. Pues a la hora de la verdad nada diferencia a un partido en campaña de un show de televisión. Los partidos aceptaron como hábito crear una política basada en las cadencias de sus contrarios y su tradición. Una política cuya única finalidad era ser mejor que sus opuestos, pero no mejor que ellos mismos. Esa es la diferencia entre innovación o superación y falacia o política. Nuestro único legado es el arrepentimiento de no haber podido hacer más. De exigir desde la comodidad de un sofá, tras el calor de un televisor, cómo deberían cambiar las cosas. Vivimos en un mundo conectado a la desconexión de responsabilidades y fingimos que un debate de salón, es una proclamación de intenciones. Pero de nuevo admitimos ser esa sociedad de buenas intenciones y malos hábitos. ¿Sabéis por qué he llamado a este artículo así? Porque aun hoy nos quejamos de lo mal que se hicieron las cosas en el pasado de nuestros padres, pero si vemos nuestro presente, desde un mañana incierto, somos igual de culpables. Quizá una lección que enseñar a nuestros hijos no parta únicamente de una intención, sino de un hecho. Y que los legados que todos hemos heredado de crisis, deudas, abuso y falta de transparencia; no se repitan de nuevo. Creo que la paternidad debería ser más que cómo serán los brazos que rodeen a nuestro hijo, sino cómo será el mundo que envuelva nuestro cuerpo. ¿Queremos depender de un monopolio energético que consume otras opciones renovables con razones absurdas? ¿Queremos que la tradición siga siendo nuestra voz? ¿Queremos ser reproches en la voz de nuestros descendientes o ejemplo de los mismos para la siguiente generación? Porque no lo olvidéis, podemos ser un tránsito o un punto de partida para algo más grande de lo que podemos ver. Clavar esa pequeña espina en la piel de un gobierno incapaz de evolucionar y que ni PP, ni PSOE, ni tan siquiera PODEMOS o CIUDADANOS ha logrado. La inexperiencia contra la tradición, es la nueva fingida lucha que nos estamos tragando. Una repleta de buenas intenciones y bajas acciones, que prometen sin cumplir y cumplen… para sus propios intereses.

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