Tribuna

Juan José García

Coronel retirado y experto en Inteligencia Económica y Competitiva

USA-China, la disputa por liderar el mundo

Las estrategias de ambos son muchas y muy variadas y su capacidad de presión al resto de los países para neutralizar la actividad de su oponente es muy grande

USA-China, la disputa por liderar el mundo USA-China, la disputa por liderar el mundo

USA-China, la disputa por liderar el mundo

NO importa que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones". Proverbio chino. En algunos artículos que he escrito y que han sido publicados en esta Tribuna, he hecho referencia a la globalización y sus efectos y, al hacer referencia a la complejidad del mundo actual (el conocido como VUCA world), he utilizado como ejemplo la guerra comercial entre los Estados Unidos y China. En mi opinión, en la Champions League de las disputas comerciales mundiales ese es el partido estrella y sus consecuencias afectarán con total seguridad a la Unión Europea y por supuesto a España.

Esta disputa es muy compleja de analizar, porque se libra día a día y abarca muchos frentes. Muchas veces se cae en el error de simplificarla en base a algunos estereotipos vinculados a ambos países o a sus líderes y esos árboles desvían nuestra mirada del espeso bosque de la realidad.

Los dos contendientes utilizan todas las opciones a su alcance, que son muchas y que van desde sus potentísimos aparatos del Estado, el uso de campañas de información, presiones diplomáticas y unos largos tentáculos que llegan a organizaciones, países y personas influyentes de todo el mundo. Los dos países saben que la disputa será larga, que se libra partido a partido y en múltiples terrenos de juego.

EE.UU., es en la actualidad la primera potencia económica del mundo, hará todo lo posible para seguir siéndolo y tiene un presidente que además se juega la reelección. A las disputas previas a la crisis actual hay que sumar las consecuencias que el COVID-19 puede acarrear para este país y lo fortalecido que puede salir su rival, por eso no cesan los ataques y las acciones de influencia en otros países para intentar frenar su avance.

China es el principal suministrador de productos de todo tipo del mundo, lo que genera dependencia y le otorga poder. En su estrategia para ser la primera potencia económica del mundo lleva muchos años asegurando su abastecimiento de materias primas

mediante alianzas e inversiones con los países productores y, con una política de bajo perfil, ha ido extendiendo su influencia y tejiendo unas relaciones internacionales que le aseguran su avance como potencia económica y comercial.

En medio de los dos hay muchos actores con diferente grado de implicación, desde países a organizaciones internacionales, que son el objetivo de ambos contendientes para ganar capacidad de influencia. En el caso de EE.UU. son la mayoría de los países occidentales con los que ha mantenido una alianza tradicional en los ámbitos económico y de seguridad, pero que la política del presidente Trump está debilitando.

Cada paso atrás que da EE.UU. en sus relaciones internacionales es aprovechado por China para ganar más peso en el mundo. China lleva mucho tiempo buscando y afianzando alianzas que favorezcan sus intereses, empleando una diplomacia cada vez más combativa y ganando presencia y poder en diversas organizaciones internacionales.

Las estrategias de ambos son muchas y muy variadas y su capacidad de presión al resto de los países para neutralizar la actividad de su oponente es muy grande. Continuamente nos llegan noticias de negociaciones, acuerdos, declaraciones poco amistosas, acusaciones, presiones a terceros, la lucha por la implantación del 5G, etc. que podemos considerar las jugadas del partido de cada día.

En siglos pasados, las disputas comerciales o territoriales terminaban en conflictos militares, en el siglo XXI (afortunadamente) esas disputas, al menos por el momento, se libran en los ámbitos económicos y en el ciberespacio, porque se está demostrando que proporcionan poder y pueden causar daños importantes a los rivales. El resultado de esta disputa es incierto y dejará a algunos actores invitados muy debilitados. En lo que a nosotros nos importa, ¿qué papel juega la Unión Europea? ¿y España? Esa reflexión la dejo para más adelante, pero, sin duda, este partido marcará la historia en las próximas décadas y de una u otra forma nos afectará a todos.

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