Tribuna

José María Martínez de Haro

Escritor y periodista

Vamos a contar mentiras

Vamos a contar mentiras Vamos a contar mentiras

Vamos a contar mentiras

L A verdad es la única mentira que uno ha logrado descubrir) Llega la primavera, y uno se pone pesado al tener que enfrentarse a unas cuartillas en blanco. Arriba en letra cursiva he puesto una frase mía que me parece original, no quiero darme coba pero, a veces, parezco un genio.No lo soy. Y en esto de la mentira y la verdad, la frase no tiene desperdicio. Porque estamos ante un alarde de genialidad de parte de las fuerzas que nos controlan, que son muchas, en esto de largarnos una verdad que realmente esta fundada en una gran mentira. Me referiré a varios temas de actualidad que inundan las noticias. Entre ellas, la referida a las sentencias del Tribunal Supremo y del TSJ de Cataluña sobre presuntos delitos de Homs, Mas, y sus Consejeras, abducidos todos por el virus de la desobediencia al Tribunal Constitucional. Un virus y una pandemia que se ha instalado en la política catalana y su principal síntoma es tomarse a bufa las resoluciones del Constitucional y las sentencias del Supremo. Y además con alarde público y socarronería. El personal de a pié esperaba unas sentencias en consonancia y ¿qué ha ocurrido? Pues una apariencia, un poco de merengue flambeado que se nos quiere presentar como una pócima amarga. A Homs un año y pico de inhabilitación, a Mas dos años y las acompañantes algo similar. No me interesan los detalles, pero lo habrán celebrado con el mejor cava, volverán a presentarse y volverán a sentarse en sus poltronas. Un pequeño tirón de orejas, ¡!que chicos tan traviesos¡!. Una mentira, apenas encubierta que causa perplejidad. Y otra gran mentira de los mismos independentistas cuando jalean que las democracias verdaderas consienten el derecho a la auto determinación. La verdad refrendada en los hechos; la autodeterminación solo se ha consentido en Etiopía y en la antigua URSS, dos ejemplos de autenticas democracias como todo el mundo sabe. Y como nota cómica, ese vendedor de crecepelos apedillado Puigdemont, que ha ido a Harvard (EE UU ) a largar contra España y ha tenido la osadía y la indecencia de tratar de colar varias mentiras como si fueran verdades ; "España es un país atrasado", según esta lumbrera, "comparable con Turquía", y al terminar su memez, se ha atusado la peluca. No es que tenga nada contra Turquia, pero no resiste la comparación con un país, el nuestro, que ha desarrollado un catálogo de libertades y derechos insuperables en cualquier democracia europea y que están protegidas por una Constitución plenamente democrática. Tan democrática que permite a memos como estos abducidos por el soberanismo de Cataluña expandir este catalogo de mentiras sin que tenga mayores consecuencias. Así que hemos de escuchar estas mentiras pronunciadas como si fueran verdades, aunque el ridículo de Puigdemont ha sido planetario. Y cambiando de escenario las grandes mentiras de ese nuevo partido que irrumpe con aire renovador y regenerador, y que en realidad se ha limitado a instalar un circo en el Congreso de los Diputados. Tengo gran respeto al circo y por ello me molesta esta carpa de mediocres payasos que actúan en el Congreso de los Diputados. Me refiero a Podemos y sus afines. Los ropajes simulando un concurso de disfraces cutres, los atuendos, aderezos y marcas de identidad; piercings, aretes y tatuajes, los califica como una "trouppe" circense sin trabajo. Y para dar fe de esa vocación" border line" el lenguaje tabernario cuajado de frases difícilmente calificables que rebajan la buena tradición de la oratoria parlamentaria española. Lo más visible el numerito de Cañamero portando dos fotos y paseando por los pasillos del Congreso hasta enfrentárselas al Ministro de Justicia a modo de escrache. Aparenta una verdad la trama de este agitador profesional ahora con patente de Diputado, pero esconde una gran mentira por cuanto el camarada Bódalo está en la trena cumpliendo sentencia firme de un juzgado español y por ello administrador de una justicia democrática. El tal Bódalo quiso dar testimonio de su verdad ideológica absoluta propinando una paliza a un concejal socialista de Jódar (Jaén). Lo que de verdad esconde esta puesta en escena es la falta de fondo con sustancia política de interés de estos redentores de la ultra izquierda. Sus grandes iniciativas en el Parlamento se reducen a una propuesta para que la Televisión pública no ofrezca la Misa los domingos y festivos a millones de católicos que por razones diversas no pueden asistir a misa. Otra genialidad ha sido otra propuesta para eliminar del código penal el artículo 578 sobre enaltecimiento del terrorismo. Como si la lucha antiterrorista frente a la amenaza yihadista en España fuera una cuestión de derechas o de izquierdas o fuera una cuestión menor. Estas parecen ser para Podemos las grandes necesidades perentorias que reclaman los españoles. La verdad es que tras mostrase en la realidad política estos grupos de asamblearios teóricos, no tienen nada útil que ofrecer menos en momentos tan complejos de gran incertidumbre política, económica y social. Y así, una tras otra, nos quieren colar mercancía falsa. Nos llegan las trompetas del Triunfo que aclaman el paseíllo del Presidente del Gobierno por Cataluña repartiendo el maná reconciliador. El maná se traduce en 4.200 millones de euros para las grandes infraestructuras de Cataluña. Habremos de recordar aquí que el Estado español ha "prestado" 63.773 millones de euros a Cataluña desde 2.012 a 2.016 lo que se traduce en un rescate de 8.500 euros por cada catalán o residente en Cataluña, cantidad sufragada por los contribuyentes españoles. Esta gran verdad se trata de camuflar con algunas mentiras prefabricadas. Entre ellas las del propio Gobierno de España que prefiere no controlar el destino de estas aportaciones fabulosas y permite por ello el gran despilfarro de la Generalitat en embajadas propias, en la compra directa de adeptos al independentismo, medios de comunicación incluidos, y viajes de propaganda donde se insulta a España y a los españoles en medios internacionales. No se desanimen, frente a esta basura, estas mentiras, una verdad luminosa, Amancio Ortega ha donado 3.200 millones de euros a la sanidad pública española para renovar sus equipos oncológicos. Una verdad solidaria, generosa y grandiosa que nos hace pensar que hay decencia entre los españoles de bien.

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