Tribuna

Javier Ángel Soriano

Coronel en la reserva

80 años de la masacre de Cabra

Es un hecho irrefutable que el bando franquista ganó la guerra en el campo de batalla, pero también lo es que la perdió en el campo de la propaganda

80 años de la masacre de Cabra 80 años de la masacre de Cabra

80 años de la masacre de Cabra

El 7 de noviembre de 1917 la ciudad de Petrogrado (hoy San Petersburgo), capital de Rusia en esa época, fue el principal escenario de los acontecimientos que condujeron al triunfo de la Gran Revolución Socialista Soviética. Ese día, tras unas salvas del crucero Aurora, obreros y soldados de la guarnición de esta ciudad tomaron el Palacio de Invierno, sede del Gobierno.

En las primeras horas de la mañana del mismo día, pero de 1938, en el marco de nuestra última guerra civil, la aviación republicana bombardeó la localidad cordobesa de Cabra, en lo que podría entenderse como una macabra celebración del aniversario de la revolución soviética.

Era un lunes y las calles céntricas de Cabra bullían de personas (egabrenses y alrededores) en busca del sustento en el mercadillo que tocaba ese día. A las siete y media se oyó el ruido de varios aviones que se acercaban a la población, creyendo en un primer momento que se trataba de aparatos nacionales que sobrevolaban la zona, dado que en dicha localidad no había objetivos militares. En realidad eran tres modernos Tupolev SB-2 "Katiuska" rusos con tripulaciones españolas, de la Aviación republicana, que habiendo despegado (posiblemente) del aeródromo de la base de Fuente Álamo de Murcia, en una pasada sobre la localidad y en apenas unos minutos, descargaron las 30 bombas de distinto peso que portaban, provocando la muerte de 109 personas (de las cuales 96 murieron en el acto) y más de 200 heridos.

Una de las bombas cayó sobre el propio mercado, ocasionando 36 víctimas, en su mayoría mujeres y niños. En el barrio obrero, el más modesto de la localidad, cayeron cinco bombas, provocando también muchas víctimas, cuyo número aumentó sensiblemente con las bombas caídas entre este barrio y la plaza de Calvo Sotelo. Posteriormente bombardearon las huertas, ametrallando a los que huían. Si el bombardeo se hubiera efectuado más tarde, el número de víctimas hubiera sido mayor, ya que una de las bombas cayó en el Colegio de los Escolapios, al cual, por la hora, todavía no se habían incorporado los alumnos. No fue hasta el año 2008, en su 70 aniversario, cuando este bombardeo empezó a recordarse públicamente, silenciado hasta entonces incluso por el propio bando vencedor, que es el que pudo haber conseguido un rédito propagandístico de ello. Fue entonces cuando se organizaron en Cabra por asociaciones privadas unas conferencias y un recorrido histórico guiado por las calles de la población donde cayeron las bombas. Antes, en 2003, fueron retiradas de su emplazamiento público las lápidas y la cruz que recordaban los nombres de las víctimas, permaneciendo actualmente almacenadas en dependencias municipales.

Los egabrenses no eran vascos, no tenían un Picasso que pintase sus gritos, ni sus lágrimas conmovieron a nadie. Hoy, aquellos que pretenden reescribir la historia, tienen la obligación moral de recordar a las víctimas de este crimen de guerra, puesto que no eran fascistas, falangistas o militares franquistas, sino fundamentalmente civiles de extracción humilde, que pasaron a formar parte de las víctimas "invisibles" de la guerra civil, puesto que su recuerdo sólo ha permanecido vivo en la memoria de sus familias. Cuando se cumplen este próximo 7 de septiembre los 80 años, aún se desconocen los motivos de este crimen de guerra, ya que Cabra estaba alejada de vías de comunicación importantes y de escenarios de operaciones, y no había objetivos militares ni tropas que batir. Este bombardeo aéreo se produjo en un contexto de bombardeos republicanos sobre poblaciones de la retaguardia nacional en Andalucía, con al menos ocho bombardeos aéreos republicanos entre el 21 y el 31 de octubre: Motril (días 21 y 30), Aguilar de la Frontera (día 25), Peñarroya-Pueblonuevo y Baena (día 28), Porcuna (día 29), Espiel y Villanueva del Rey (día 31), que continuaron en el mes de noviembre, especialmente durante los primeros días, con al menos otros nueve bombardeos más: Motril (día 1), Peñarroya-Pueblonuevo, Belmez y Espiel (día 4), Belmez (día 6), Motril y Cabra (día 7), Luque y Albendín (día 8). Es un hecho irrefutable que el bando franquista ganó la guerra en el campo de batalla, pero también lo es que la perdió en el campo de la propaganda, puesto que a pesar de los casi 40 años de dictadura, el bombardeo aéreo de Cabra es un asunto desconocido para la mayoría de españoles 80 años después, cuando fue el más mortífero de la guerra en proporción al número de aviones empleados y bombas lanzadas.

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