Tribuna

Coronel Javier Soriano

Subdelegado de Defensa de Almería

300 años de la real compañía de guardamarinas

Pero esta Real Armada no sólo necesitó barcos y medios logísticos, también mandos preparados para dirigirla. Y para ello Patiño impulsó la creación de esta Real Compañía

300 años de la real compañía de guardamarinas 300 años de la real compañía de guardamarinas

300 años de la real compañía de guardamarinas

Ahasta el siglo XVIII la Armada española nunca existió con una estructura orgánica y operativa centralizada. De hecho, hasta ese siglo no se puede hablar de Armada como tal, sino de Armadas que operaban con total autonomía desde el Mediterráneo hasta las costas del pacífico: las escuadras de Galeras de España, Nápoles, Sicilia y Génova, la Armada de Flandes, la del Mar Océano, la de la Guarda de la Carrera de Indias o de la Avería, la del Caribe y la del Mar del Sur. A principios del siglo XVIII estas Armadas estaban prácticamente desmanteladas, sin hombres ni barcos, a lo que había que sumar la falta de apoyo en tierra así como la dependencia exterior para la construcción de barcos, por lo que desde el comienzo de la Guerra de Sucesión los mercantes españoles procedentes de las Indias tuvieron que ser escoltados por la Marina francesa.

Al término de esta Guerra, el Rey Felipe V, consciente de la importancia del papel decisivo del control del mar para garantizar el tráfico marítimo con nuestras posesiones de ultramar y de acuerdo a las nuevas exigencias en política exterior, inició un proceso de transformación de la Armada cuyos efectos han llegado hasta nuestros días. El siglo XVIII fue, sin duda, el Siglo de Oro para la Armada, que recobró el espíritu de potencia de primer rango, siendo figura esencial en este proceso D. José Patiño y Rosales, nombrado Intendente General de Marina el 28 de enero de 1717, con amplias atribuciones desde la construcción naval en el Reino, apresto de escuadras, plantío y explotación de montes, administración y economía general y la dirección del comercio y navegación de Indias como presidente de la Casa de la Contratación.

José Patiño no sólo impulsó los asuntos de Indias empezando por el traslado de la Casa de la Contratación de Sevilla a Cádiz, también la organización de la división territorial de la Armada, creándose por Real Orden de 5 de julio de 1726 tres Departamentos Marítimos, del Norte, de Mediodía y Levante, donde se construyeron las correspondientes bases navales de Ferrol, Cádiz y Cartagena, en las que cada Arsenal con su correspondiente astillero y carenero será su elemento principal. Esta estructura territorial se ha mantenido hasta nuestros días.

Previamente, siendo Secretario de Estado de Marina e Indias D. Bernardo Tinajero de la Escalera, el 21 de febrero de 1714 se promulgó una Real Cédula que suprimió los títulos de escuadras regionales y de las que tenían destino especial, constituyéndose la Real Armada como el conjunto de fuerzas marítimas al servicio de la Corona.

Pero esta Real Armada no sólo necesitó barcos y medios logísticos, también mandos preparados para dirigirla. Y para ello Patiño impulsó la creación de la Real Compañía de Guardiamarinas y su correspondiente Escuela en Cádiz, con el objetivo de unificar la formación integral de los futuros Oficiales. Hasta entonces éstos solían proceder del Colegio de Pilotos de San Telmo de Sevilla, de los cadetes de Galeras de Cartagena, llamados Guardias de Estandarte, o de escuelas navales extranjeras. Aunque se desconoce la fecha exacta de la fundación de la Real Compañía, Patiño dio cuenta al Primer Secretario de Despacho de Marina e Indias D. Andrés de Pes de su formación el 13 de abril de 1717.

En 1769, la Escuela se trasladó a la Isla de León. En 1776 se dividió, constituyéndose una por cada Departamento marítimo: Cádiz, Ferrol y Cartagena. En 1824 se refundieron de nuevo en una única Escuela, quedando la de Cádiz.

En 1825, se trasladó al Arsenal de la Carraca, en San Fernando, con el nombre de Colegio Real y Militar de Caballeros Guardias Marinas, pero este centro se cerró en 1828, disponiéndose en 1831 que los guardiamarinas se formasen en la Fragata Perla y el Navío Soberano.

En 1845 se inauguró el Colegio Naval Militar en San Carlos (San Fernando), que se cerró en 1867, estableciéndose dos años más tarde la Escuela Naval flotante en la Fragata Asturias, de pontón en Ferrol, que estuvo activa hasta 1907.

En 1913 se volvió a abrir en San Fernando la Escuela Naval hasta su traslado en 1938 a las instalaciones de la Escuela de Tiro Naval en Marín (Pontevedra), transformándose en 1943 en la actual Escuela Naval Militar.

Desde que Patiño informase a Andrés de Pes de la constitución el 13 de abril de 1717 de la Real Compañía de Guardiamarinas hasta la actual Escuela Naval Militar, 300 años de historia en la formación de los Oficiales de la Armada.

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