Tribuna

JOSÉ Mª MARTÍNEZ DE HARO

Escritor y periodista

No son antifascistas

La propaganda vuela y avanza; "alerta antifascista, vamos a frenar al fascismo". Según los propagandistas del bien Benito Musolini ha vuelto con su gesto desafiante a esta España aterida por la pandemia. Estamos en abril de 2021 y aún no hemos visto la marcha sobre Madrid al alegre compás de la Giovenezza.

Para continuar me van a permitir un relato personal ilustrativo. 15 de junio de 1.977, las primeras elecciones democráticas de España. Desde Presidencia del Gobierno observábamos con mucho interés el ambiente en las calles en pueblos y ciudades. Propuse al Secretario General de Presidencia que la noche que comenzaba la campaña electoral hiciéramos un recorrido por la ciudad para observar el ambiente. Dispusimos de un vehículo sin distintivos oficiales, un fotógrafo y yo mismo para realizar un reportaje gráfico con mis comentarios personales. Recorrimos algunos barrios fotografiando a los líderes del PSOE, AP, PCE, UCD y otros partidos políticos pegando sus carteles. Se palpaba una gran emoción y entusiasmo expresado sin reservas en las declaraciones de los dirigentes políticos de todas las ideologías ante las cámaras de las televisiones.

Al llegar a la Glorieta de Atocha junto al Paseo de las Delicias vimos unos jóvenes encaramados a la escalera pegando carteles d UCD, hicimos la foto y les preguntamos cómo iba la jornada, nos respondieron que muy bien pero que habrían de llevarse dos fajos de carteles que no podrían pegar porque habían acabado el pegamento. Continuamos por Delicias y vimos a otros jóvenes pegando carteles de PSOE, de AP y del PCE, hicimos las fotos y una pequeña entrevista. Al regresar a la Glorita de Atocha justo en la esquina vimos todos los carteles de UCD pegado en las fachadas, poco mas allá los jóvenes caminaban con la escalera la hombro, nos paramos y les pregunté, ¿cómo habéis podido pegar todos los carteles?, me respondieron sonriendo; nos vieron unos jóvenes del PCE y nos dieron dos botes de pegamento que le había sobrado y así hemos podido pegar todos los carteles.

Tuve ocasión de comentar este hecho a Marcelino Camacho, candidato por Madrid del PCE y me pidió que lo publicara, y así lo hice en el diario YA con fotos ilustrativas de aquella jornada histórica. Era la democracia que inundaba los corazones de los españoles de todo signo político. Eran la tolerancia y el respeto a la pluralidad ideológica que salvo excepciones abrían la esperanza a un futuro en convivencia. En definitiva aquel gesto de los jóvenes militantes del PCE mostraba de manera elocuente la reconciliación entre los bandos que se enfrentaran en una guerra atroz

Madrid, abril de 2021, en el barrio de Vallecas un partido político legalizado conforme exige la Constitución española iniciaba su campaña electoral con un mitin para presentar sus candidatos a la Comunidad de Madrid. Lo que ocurrió ha sido noticia en los noticiarios de las televisiones, las emisoras de radio y los diarios nacionales e internacionales. España otra vez en la actualidad más bochornosa. Una nutrida presencia de extremistas de la izquierda más violenta convocados en las redes sociales había propuesto impedir la celebración de este acto electoral de un partido político legal y autorizado por la Delegación del Gobierno de Madrid. Los "argumentos" fueron de extraordinaria contundencia, piedras y adoquines arrojados a escasa distancia, botellas y objetos contundentes que algunos alcanzaron hiriendo a varios simpatizantes y dirigentes de ese partido y a treinta agentes de la policía nacional. Ha quedado evidenciado que España no se asemeja a ningún país democrático de Europa. La barbarie se ha adueñado del espacio político alentada por algunos dirigentes de la izquierda más intolerante y violenta que haya conocido Europa en los últimos años. Muchos de estos grupos organizados son activistas comunistas que siguen el manual estalinista del exterminio del adversario, otros simplemente tratan de compensar sus frustraciones en el odio y también podrían contarse con afectados con algún tipo de desequilibrio emocional. Ninguno puede ampararse en una causa política democrática, no hay ninguna heroicidad en abrir la cabeza de los adversarios políticos con adoquines. Según han manifestado miembros del operativo policial en aquel acto en su mayoría no son vecinos del barrio de Vallecas quienes agredieron, insultaron y se enfrentaron a la policía, son los mismos grupos organizados que ya exhibieron su capacidad operativa en Barcelona, Madrid y otras ciudades de España con actos de brutalidad a favor de un rapero condenado por varios delitos que delatan un odio feroz en sus manifestaciones escritas y verbales y en sus hechos .Vallecas y los barrios de Madrid han sabido convivir y votar en libertad sin violencia durante más de cuarenta años de democracia y esa ha sido la actitud de los españoles salvo en algunas regiones donde el terrorismo ensombreció la vida de millones de vascos y catalanes.

En cualquier país que se reconozca en el ámbito de las democracias estos actos de terrorismo urbano en Vallecas hubieran merecido la inmediata repulsa de todos los partidos políticos democráticos. No cabe aquí el distingo de señalar cualquier ideología de un partido convocante a un mitin electoral porque el orden constitucional ampara el derecho de cualquier partido expresar su programa en el espacio público. Y así lo reconoció la Delegación de Gobierno de Madrid autorizando el acto. No cabria imaginar que los partidos comunistas condenaran estos actos de violencia que deslegitiman la calidad democrática cuando algunos de sus dirigentes han justificado el terrorismo y los crímenes de ETA y por supuesto el FRAP pactando amigablemente con sus herederos mas contumaces. Está en la naturaleza de estos partidos propagar el desorden, la agitación y el desbordamiento del orden constitucional y legal para establecer el totalitarismo y la dictadura gobernada por unas élites voraces de ambición y poder tal como recogen los libros de historia con memoria detallada de los horrores de Europa del siglo XX. Esta es parte de la explicación de este abril de 2021 que tan negros presagios avanza para España. Otra parte está en el silencio espeso del PSOE, del Gobierno y de su Presidente dirigente de un partido que en tiempos recientes lideró la representación de una izquierda tolerante que gobernó España sin recurrir a los adoquines contra el adversario.

Todo esto es bochornoso para los españoles que afrontan la peor pesadilla de sus vidas. Una pandemia que se extiende sin cesar en oleadas de contagios aumentando la abultada cifra de fallecidos que España lidera en Europa. Confundidos ante el desastre del plan de vacunación en un escenario de ruina y duelo, solo faltaba la violencia organizada. No son antifascistas, son los jinetes que cabalgan el odio y que pretenden arrasar con la pacífica convivencia y el espíritu de fraternidad que debe presidir la comunidad democrática.

Que nadie se llame a engaño.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios