Tribuna

JOSÉ Mª MARTÍNEZ DE HARO

Escritor y periodista

El candidato

Ya hemos borrado de la mente varios capítulos de esta trama turca que es la actualidad política en España y ahora estamos en la intrépida hazaña de Pedro Sánchez como candidato a la Comunidad de Madrid. Algunos me corrigen y aseguran que el candidato es Ángel Gabilondo, pero no les creo. Es lo cierto que Sánchez avanza impertérrito y Gabilondo sigue soso, serio y aunque buena gente, es aburrido de cojones. Sostiene Sánchez que estamos ante un horizonte azul, que la campaña de vacunación es un éxito y que en agosto habrá treinta y tres millones de españoles vacunados. ¡Aleluya ¡ Sostiene Sánchez que en agosto, como cada verano, habremos vuelto a vencer al virus, doblegado la curva y estaremos al final del túnel, más o menos. Crecerán los nísperos en primavera y las golondrinas volverán a anidar.

Estamos de enhorabuena, nadie quería creerlo, pero aquí está el candidato repartiendo mieles y hojuelas. Ha comprendido la subliminal jugada del destino, tiró los dados en Murcia y ha de recogerlos en Madrid, le va el ego y en ello. Y asimismo le va la vida y el sueldo al que fuera su Vice, y a los compañeros del Petit Comité. Todos con ojos gatunos mirando a Sol y tocando los tambores a rebato. Estamos en ello, no hay otras noticias según los megáfonos que maneja Iván con mando a distancia. Pero la cuestión primordial es que todo esto es relato ficción, propaganda de baratillo. A fecha de hoy hay varios asuntos sin resolver y son de crucial interés público. Observan los más interesados que Marlasca sigue sus labores como Ministro del Interior, que ha declarado que no piensa dimitir porque no ve causa alguna para ello, que el Presidente le manifiesta su confianza y que la vida sigue igual. Se trata de minimizar la sentencia de la Audiencia Nacional demoledora incluso para cualquier concejal de pueblo. Sostienen los expertos juristas que esa Sentencia deslegitima en cualquier democracia a un Ministro al que señalan de haber actuado contra la legalidad vigente en perjuicio de un alto mando de las Fuerzas de Seguridad del Estado y señalan un presunto acto de prevaricación. La Ley obliga a Marlasca a restituir al Coronel Pérez de los Cobos en su anterior puesto de mando. Hay sobradas firmas de jueces en activo pidiendo la dimisión inmediata de Marlasca o de su cese por el Presidente del Gobierno. Por pudor, por sentido de la dignidad, por propia estima, porque fue juez y porque así lo demanda la democracia.

Fumándose un puro el Ministro exhala soberbia y el Presidente arrogancia y seguridad en los actos declarados ilícitos con hechos probados en una sentencia. Y la seguridad es tal que ha activado todo el aparato del Estado y se dispone a enterrar definitivamente a Montesquieu. La respuesta ha sido clamorosa, más de dos mil quinientos jueces en activo se rebelan ante los ataques al poder judicial. Y sin precedente semejante en ningún país de la UE se han dirigido a la Vicepresidencia de la Comisión Europea denunciando la vulneración del Estado de Derecho por el Gobierno de España y acusan al PSOE y a Podemos de horadar la independencia del poder judicial afirmando que hay partidos dentro del Gobierno que animan abiertamente a no respetar la Constitución. En definitiva los jueces españoles reclaman a las Instituciones de Europa que les garantice la independencia que el Gobierno socava. Se da la circunstancia que el Gobierno cuenta con tres magistrados que han decidido por la carrera política lo que añade gravedad a la maniobra del Gobierno manifiestamente clara para hacerse, según los jueces denunciantes con el control del Poder Judicial. Y señalan los más veteranos magistrados del Reino que el Ministro del Interior, la Ministra de Defensa y el propio Ministro de Justicia no hacen honor a su anterior condición de magistrados, por ende todos ellos fueron miembros del CGPJ y conocieron lo que significa defender la independencia de quienes administran la Justicia. Ahora en obediente voluntad política los tres togados ayudan con su silencio a liquidar la obligada separación de poderes base de la democracia y del Estado de Derecho.

Aseguran los hados que sus nombres quedaran grabados en la ignominia y las páginas negras de un país que confió en la defensa que sus gobernantes habrían de hacer para garantizar el orden constitucional y democrático base de las libertades y la seguridad jurídica de todos los españoles. Pero parece que a estas alturas todo da igual porque el poder abduce las mentes incluso las que debieran lucir en esta senda oscura que ha entrado el Gobierno.

Si lo anterior no fuera suficiente, la Ministra de Economía con la mecha de Podemos anuncia una subida de impuestos que ha sido calificada como "hachazo fiscal", entre otros la subida del impuesto de sociedades, el impuesto de sucesiones y donaciones y el impuesto del patrimonio. Queda ya manifiesto que ante la crisis que España afronta y las jornadas que se avecinan para empresarios, profesionales y singularmente las clases medias el Gobierno no muestra ninguna intención de recortar ni un solo euro de la masa improductiva que sostiene de los exclusivos recursos del dinero público. Exceso clamoroso de Ministerios, Asesores, Altos Cargos, Funcionarios, Contratados y esa inabarcable Administración paralela para parientes, amigos, militantes y el caudal sin fondo de toda clase de ayudas y subvenciones. Impasible el ademán el Presidente vuelve a declamar en el Congreso de los Diputados poniendo en escena por novena vez el Plan Recuperación, Trasformación y Resiliencia. Humo azul para hinchar el globo si entrar a aclarar en lo referente a los fondos europeos que serán una forma de rescate con el manual de instrucciones de la UE.

España ya no se asombra de nada, la ansiedad por la vacuna aparta cualquier otra preocupación y Sánchez y su oráculo remueven lo que queda de democracia sin objetar algún acto o propuesta que altere el equilibrio de poderes como única garantía para los ciudadanos. Quiere ganar en Madrid a toda costa y por vez primera en esta democracia un Presidente del Gobierno ha entrado a la lidia sin reparar el coste electoral para el candidato del PSOE. Estamos al final del túnel, según el megáfono de Iván, pero en España cunde la confusión ante las vacunas que no siempre llegan. Ante las noticias sobre Janssen o AstraZeneca. Miedo e incertidumbre ante la crisis ya muy presente, sanitaria, económica y social que socava el Estado del Bienestar con las colas del hambre creciendo y los recursos de las ONGs menguando.

Es sin duda una situación histórica, excepcional en todos los sentidos y lamentable para millones de españoles que no aciertan a vislumbrar el futuro. La campaña de Madrid es la madre de todas las campañas. Sánchez se siente a gusto en su papel de joven aspirante. Probablemente su Oráculo le ha susurrado al oído que en el triunfo o la derrota en Madrid se perfila un final homérico y a la postre su propio destino.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios