La cultura nos hace libres

Les estamos viviendo un tiempo de aislamiento obligatorio y necesario para poder vencer una lucha.

En este confinamiento hemos visto como nuestra autovía vital se ha encontrado con diferentes señales de prohibición.

Estamos aislados pero necesitamos alimentarnos de aquellos placeres que se encuentran envueltos en letras, sonidos e imágenes.

La música tiene el poder de hacernos viajar sin necesidad de coger vehículo alguno, es atemporal y tiene la fuerza para poder llevarnos a una persona, a un momento y a un tiempo vivido.

Escuchar una canción se convierte en el mejor psicólogo y nuestro estado de ánimo pasa sus fases como las agujas de un reloj ya que a veces necesita de la mejor medicina para poder curarse de miedos, fobias y ansiedades.

Durante este tiempo nos está acompañando los sonidos de una canción que estaba guardada en el baúl de los recuerdos y la sociedad ha destapado su cierre y ha vuelto a pinchar una canción que se ha convertido en viral.

"Resistiré" suena en todas las emisoras, televisiones, calles, en definitiva su sonido y letra se ha convertido en el mejor antivirus para poder transmitir a nuestra mente y espíritu fuerza para vencer y seguir peleando para llegar al final de este túnel.

Es increíble como los niños y jóvenes cantan esta canción que ya entonaban nuestros padres y abuelos.

Dicen que "el que canta su mal espanta" y así es, alejamos de nuestras vidas diferentes sonidos que perturban nuestro bienestar.

A su vez, la música es mágica y tiene el poder de ejercer sobre nosotros un efecto que queda reflejado en nuestro rostro e interior.

Muchos hemos vuelto a releer ese libro que habíamos empezado hace tiempo pero por diversos motivos lo dejamos arrinconado y a la espera de una apertura necesaria.

Abrir un libro es comenzar una historia donde tú te conviertes en el principal protagonista. Las mejores armas de un libro son sus páginas y sus letras, son estas las que consiguen fabricar nuestro mejor vehículo para perdernos por diferentes lugares, vivir emociones y ser felices aislándonos de una realidad que muchas veces asusta y nos hace daño.

Algunos hemos vuelto a coger nuestros lápices, pinturas, pinceles y todo el material necesario para poder dibujar y crear nuestros personajes, paisajes y realidades creadas con colores

El color es necesario para nuestra mente, crea una atmósfera sana y durante el tiempo que estamos dibujando estamos esquivando todas las oscuridades que intentan manchar nuestro bienestar.

No podemos olvidarnos del cine, cargado de múltiples beneficios; nos ayudan a conocer episodios históricos, podemos aprender idiomas, nos ayudan a reflexionar, desarrollan nuestra creatividad, nos relajan, nos motivan, nos hacen reír y en definitiva ejercen un beneficio psicológico y necesario ya que nos curan el alma para poder combatir los momentos en el que se produce un punto de inflexión.

Muchos museos, bibliotecas, salas de exposiciones y teatros regalan visitas digitales para seguir disfrutando de su riqueza cultural.

Necesitamos una dosis de cultura en nuestras vidas para seguir estando vivos, para poder seguir creciendo como personas y para seguir soñando vida. Pero me hago una pregunta, igual que nuestro cuerpo necesita ingerir alimentos para poder sobrevivir y tenemos los supermercados abiertos para poder abastecernos de esa necesidad.

¡¿La cultura es un bien de primera necesidad?!