Tribuna

Manuel Peñalver

Catedrático de Lengua Española de la Univesidad de Almería

El debate de las primarias

Entre la abstención y el no a Rajoy, se ha creado una línea divisoria que alinea en sentido contrario a susanistas y sanchistas

El debate de las primarias El debate de las primarias

El debate de las primarias

El tiempo transcurre y se hace preguntas en el paso de las horas para dar la respuesta en ese misterio que, algunas veces, tienen los segundos en el momento de la reflexión. El lunes ya se acerca lleno de dialéctica, de programas y de imagen. Susana Díaz, Pedro Sánchez y Pachi López saben que se juegan mucho en el debate del día quince y tendrán que cuidar, como en las grandes citas, la sintaxis del detalle en todos y cada uno de sus aspectos. La sevillana y el madrileño parten con ventaja, pero Pachi resiste y manifiesta que sigue adelante, porque es él quien garantiza la unidad del partido. Mas, antes del domingo, 21 de mayo, puede haber algún movimiento estratégico que a nadie sorprenda. Estos últimos días ha dado que hablar la chupa de Susana. Fiel al color de la suerte y de la victoria en las urnas andaluzas, la diosa de Triana, como la llama Raúl del Pozo, acudió al programa de Ana Rosa con esa prenda juvenil y metafórica. La «biquer» turquesa de cuero es ya un poema en heptasílabos, con rima libre, con la que la candidata refleja el enunciado que más se acerca a su estilo: «Me acompañó en las elecciones andaluzas, tiene 10 puntos sobre el PP y 20 sobre Podemos».

La cazadora, que no vale más de 120 euros, se ha convertido en significante de una teoría que, en la práctica, reclama el voto para llevar al PSOE por el sendero que esta mujer piensa que conduce a la victoria en unas elecciones generales. Mas Sánchez es un serio adversario, que ambiciona el triunfo con perseverancia y tenacidad. Será, finalmente, Carmen del Riego, la corresponsal parlamentaria de La Vanguardia y ex presidenta de la APM, quien modere el debate. Este se dividirá en tres grandes bloques: político, socioeconómico y modelo de partido. Nueve minutos, entre borgeanos y kantianos, para cada candidato por cada uno de los mismos. ¿Cuánto durará? La tabla de multiplicar nos indica que, aproximadamente, una hora y media. Presente y futuro en el «flash-back» del recuerdo, cuando fue Susana la que elevó a Pedro Sánchez a la secretaría general con los votos del PSOE de Andalucía. Ahora, la situación es otra bien distinta. «Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos, porque uno termina pareciéndose a ellos», señalaba Borges cuando la alta noche y el alba se funden en el mismo fragmento.

Las doce de la mañana es la hora prevista. Los 187949 militantes tomarán nota de lo que los aspirantes a la secretaría general dejen en claro en sus intervenciones, réplicas y contrarréplicas. Las acusaciones del alcalde y secretario general del PSOE de Calasparra, José Vélez, a la gestora, en el sentido de que ha utilizado prácticas mafiosas para favorecer a Díaz, y las anteriores de Miguel Ángel Heredia, descalificando con expresiones hirientes a Margarita Robles, han encendido los ánimos y suponen un contratiempo para aquellos que no quieren oír hablar de división en el PSOE. Un hecho es la legítima defensa de una candidatura y otro bien distinto, el de convertir la palabra en insulto y afrenta. «La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha», dijo Michel de Montaigne, cuando lo imaginado y lo pasado vuelven a ser lo mismo. La nación necesita y reclama un Partido Socialista unido y cohesionado por encima de las legítimas diferencias. Por ello mismo, surge la pregunta, gane Díaz o gane Sánchez: ¿será posible el entendimiento entre los dos grupos, una vez celebradas las elecciones a las primarias y proclamado el vencedor o vencedora? La integración se antoja difícil y complicada, pero el prestigio y la historia de unas siglas deben estar por encima de intereses particulares y de personalismos. Lamentablemente, los navajazos son algo más que metáforas intrínsecas que se pierdan en su propia ruindad y realidades hostiles que brillan con sus hojas afiladas y cómplices para desgastar y cuestionar al adversario. Lo del senador de Compromís, Carles Mulet, rompiendo una foto de la presidenta andaluza, es indigno. Entre la abstención y el no a Rajoy, se ha creado una línea divisoria que alinea en sentido contrario a susanistas y sanchistas. Pero en el debate del lunes, los candidatos deben predicar con el ejemplo presentando a los militantes y a todos los españoles un modelo de partido que ilusione y convenza. En el espacio electoral del centro izquierda hay millones de españoles. Son esos votantes quienes desean que el PSOE resuelva sus diferencias y abra, de par en par, las puertas del futuro. «Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano», dijo Martin Luther King, plenamente convencido de la cadencia del contenido. Los relojes del mediodía esperan, impacientes, en la sala Ramón Rubial.

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