Al exconvicto Otegui

Len el marco de la Guerra de Ifni-Sáhara (1957-1958), al amanecer del 13 de enero de 1958, la XIII Bandera de La Legión salía de El Aaiún en dirección a Edchera, en misión de reconocimiento. En las proximidades de Edchera toma contacto con fuerzas enemigas, estableciendo combate que se prolongará durante todo el día, retirándose el enemigo al amparo de la noche y dejando sobre el terreno unos 50 muertos; las bajas en las filas de la Bandera son importantes: 112 (48 muertos y 64 heridos). De los caidos en este combate, el Brigada Caballero Legionario Francisco Fadrique Castromonte, Jefe de la 3ª Sección de la 1ª Compañía, y el Caballero Legionario Juan Maderal Oleaga, proveedor de fusil ametrallador en la Sección del Brigada Fadrique, fueron recompensados con la máxima condecoración militar en guerra, la Cruz Laureada de San Fernando; estas son las últimas Laureadas ganadas en el campo de batalla por La Legión.

El C. Legionario Maderal Oleaga era un vizcaíno de Erandio. Diez años despues de su heroica muerte en combate, en 1968, se inauguró una estatua en su memoria en una céntrica plaza de su ciudad natal, a la que se rotuló con su nombre; era el homenaje de un pueblo a su héroe. Al pie de la estatua, una inscripción: "El Ayuntamiento de Bilbao al heroico legionario nacido en Erandio el 1 de mayo de 1930". El C. Legionario Maderal Oleaga tenía un hermano que había servido tambien en La Legión, Jose María. Era el Presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Vizcaya. En 1979, cuando a primera hora de la mañana se dirigía andando desde su casa al trabajo, fue asesinado por tres "valientes sicarios" (dícese ETA) del nacionalismo vasco. Con 49 años, dejando viuda y 2 hijos.

Una madrugada de agosto de 1980, la estatua que rendía homenaje al laureado Maderal Oleaga, fundida en bronce y de unos ochocientos kilos de peso, era arrancada de su emplazamiento y arrojada a la ría de Bilbao, ante la pasibidad cómplice de las Autoridades y Policia local y autonómica. Ya habían pretentido destruir la estatua en 1976, colgando de uno de sus brazos una bolsa con un artefacto explosivo, pero por entonces, aún estaba la Guardia Civil para impedirlo.

En la actualidad, esta estatua se encuentra en lugar destacado en la Plaza de Armas de la Base Militar "Alvarez de Sotomayor", en Viator, sede de la Brigada de La Legión. Así mismo, a la plaza de Erandio rotulada con el nombre del heroe legionario, donde se encontraba ubicada la estatua de homenaje al mismo, se le cambió el nombre en 1984, llamandola desde entonces plaza Santiago Brouard, el que fuera lider de Herri Batasuna (brazo político de ETA).

Con el cambio de nombre de la plaza, desaparecía cualquier recuerdo al héroe Maderal Oleaga en su tierra natal. Ya muerto, los "valientes sicarios" del nacionalismo vasco habían condenado a este bravo legionario acusandolo de haber luchado en el "bando nacional" durante nuestra última Guerra Civil, de haber matado a vascos y de facineroso, a pesar de contar apenas 6 años cuando esta Guerra empezó. Qué pena, qué tristeza generan hechos como los sufridos por la familia Maderal Oleaga en su tierra natal, y qué vergüenza el silencio cómplice de toda una sociedad. Como no han podido ganar con las ideas, lo han hecho con el asesinato, la extorsión y el destierro forzado de aquellos que se han enfrentado. Y cuando al fin les hemos dejado llegar a las instituciones, decimos que ya hemos conseguido la paz, "la paz de los cobardes", donde se blanquean a los asesinos y se entierran a los heroes de nuestra historia.

Pero que sepan los valientes sicarios del nacionalismo vasco con su lider al frente, el exconvicto Arnaldo Otegui, que La Legión y los que hemos formado en sus filas, no olvidamos a nuestros muertos, y que todos los años, en la conmemoración del combate de Edchera, en este mes de enero, seguiremos rindiendo homenaje al héroe legionario vizcaino erandiotarra Maderal Oleaga, sin olvidar, por supuesto, al que fue su Jefe, el vallisoletano y tambien héroe Brigada Fadrique.

Por mucho que pretendan "formatear el disco de la historia" para crear su propia historia con la que adoctrinar a toda una sociedad, la memoria de Maderal Oleaga y de tantos héroes vascos seguirá viva por muchas estatuas que hayan arrancado o queden por arrancar, o nombres de calles y plazas que hayan ya cambiado o les falten por cambiar.