Tribuna

José maría Martínez de Haro

Escritor y periodista

Entre "fachas" e incompetentes

España es un devastador ejemplo para generaciones de españoles que ya no creen en el mérito, la capacidad y la excelencia

Entre "fachas" e incompetentes Entre "fachas" e incompetentes

Entre "fachas" e incompetentes

Ya poco queda para el asombro en esta España cañí de 2018. Pero algo hay que reseñar por sobresalir del panorama general de desconcierto e incongruencias que soportamos sufridamente. Voy a referirme a dos de ellos por su singularidad. El primero se refiere al extraordinario caso y ascenso de Rosa María Mateo, la "purgadora de RTVE" como ya se la conoce en los medios. Hace poco esta presentadora ya retirada laboralmente fue nombrada a dedo por Pedro Sánchez, otro que tal, Administradora Única de RTVE. Como algunos recordarán Mateo fue en su juventud una buena presentadora de televisión. Bonita voz, bonito semblante, aplomo antes las cámaras y buena imagen . Esto era y siguen siendo los requisitos para un presentador o presentadora de cualquier televisión. Pero Rosa María Mateo no añade otro mérito académico o de titulación profesional a su larga trayectoria. Sin embargo y conociendo estos detalles fundamentales, fue nombrada Administradora y por ello gestora de un Ente público que agrupa miles de profesionales y administra un presupuesto millonario además de soportar una deuda inabarcable con el Estado español. Se podrá decir que anteriormente hubo asimismo gestores de RTVE que carecían de capacidad y experiencia gestora, pero resulta que ahora estamos en la era de la nueva política de "regeneración" y ello acompaña obligadamente otras prácticas a la empleada por Pedro Sánchez con Mateo. Por lo que se conoce, Rosa María Mateo además de purgar con suma eficacia a sus propios compañeros, no aporta experiencia obligada de gestión de ninguna empresa. Tampoco aporta un historial académico que acompañe su dilatada presencia en los medios audiovisuales, alguna licenciatura o similar a una titulación profesional del periodismo. Apenas aparece en su biografía la coletilla tan desprestigiada como "....cursó estudios de ¿Derecho?.. de ¿Ciencias Políticas?. A lo que se ha podido saber no acabó ninguno de estos estudios universitarios al igual que otros muchos políticos profesionales cogidos in fraganti en sus falseadas biografías. Solo voz e imagen, con eso bastaba para ser la más lista y por ello escogió un camino más sencillo y más corto que el esfuerzo y el coste económico de tantos miles de universitarios que se afanaron por estudiar, saber y acreditar su grado. Fue sin duda más perspicaz y práctica, ¿para que la Licenciatura ? ¿luchar día y noche estudiando y sacrificando horas y años si puedo elegir el camino más corto y más rentable? . ¿Licenciada en Ciencias de la Información? Menuda gansada pensaría para desconsuelo de miles y miles de jóvenes Licenciados en Periodismo que no encuentran trabajo. Y resultó que tenía razón. Durante tantos años de bien remunerado trabajo y ahora con el aval de otro recortador de esfuerzos académicos como Pedro Sánchez . Con ser esto eficaz en España es un devastador ejemplo para generaciones de españoles que ya no creen en el mérito, la capacidad y la excelencia. Y así tenemos a millones de jóvenes "ninis" y mileuristas que aguardan un amanecer que no les llega. Un desempleo atronador en una nación de Europa. Un desaliento generalizado que se mira en el espejo de alguien manifiestamente incompetente para un cargo de tanta responsabilidad como RTVE. Los datos conocidos indican que los informativos del Ente público han caído al cuarto lugar, tras la Sexta, de la audiencia en estos dos meses. Pero más grave fue la irresponsabilidad de ella misma al aceptar y de quien graciosamente la nombró . Ninguna empresa privada de España, de Europa y del mundo la hubiera elegido para administrar o gestionar una pequeña empresa o negocio. Aquí apenas hubo reacción por aquello del corporativismo compadre y que ningún partido político puede tirar la primera piedra en el nepotismo y en el uso y abuso de los medios públicos. Y lo segundo se refiere al uso y abuso del término "facha" . Aquí se observa la falta de cultura política en general y de los políticos profesionales en particular. Y por ello resulta sorprendente el uso de términos genéricos relacionados con las ideas políticas. Se llama despectivamente "facha" a cualquiera que no milita o simpatiza con las izquierdas. A falta de otros conocimientos, el sentido común señala que se emplea en ocasiones inapropiadas. Para ponerlo en contexto el término "facha" que solo se usa en España, proviene de la palabra fascista o del fascismo , movimiento político que desembocó en un partido; el Partido Nacional Fascista que logró el poder en Italia con Benito Mussolini . la Historia de las Ideas Políticas señala que Mussolini y el fascismo son una escisión en 1.921 del Partido Socialista de Italia (PSI) donde Mussolini militó durante años con brillantez . Esto ocurrió por el rechazo de amplias capas del socialismo italiano a la revolución bolchevique en Rusia. También como reacción a la grave crisis económica que azotaba Italia tras la I Guerra Mundial. Lo cierto es que tuvo como protagonistas importantes sectores obreros radicalizados militantes revolucionarios socialistas que buscaban un camino distinto por el fracaso de otros partidos tradicionales. Esto lo describen con detalles todos los libros de Historia. ¿Cabria preguntarse en consecuencia si un fascista, un "facha" en algún lugar del mundo responde a un socialista desviado?.Esto sería sin duda tema de discordia y encendido debate pero ahí está la realidad grabada en la Europa del siglo XX. Estos dos apuntes señalan algo inusual que por diversas razones y circunstancias ocurre aquí en España y no en otros países. Lo más sorprendente es que se ha aceptado como algo asimilable con la cultura democrática y ahí está el error. No hay nepotismo tan desproporcionado como lo que ha ocurrido en RTVE. Y tampoco podremos creer que España es un país invadido por centenares de miles de "fachas" como algunos tratan de hacer creíble desde medios informativos y de grupos políticos que jamás se miran el ombligo y despachan a diario este término con afán descalificador para liquidar políticamente y socialmente al adversario. Esto entraña un serio peligro porque dispuestos a estudiar a fondo algunas formaciones de políticos secesionistas y de los llamados redentores de la nueva la izquierda, pocos soportarían la prueba de su origen revolucionario mussoliniano. Es decir, la de un socialista desviado.

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