Tribuna

Coronel Javier Soriano

Subdelegado de Defensa de Almería

Estuvimos en la guerra de Vietnam

Estuvimos en la guerra de Vietnam Estuvimos en la guerra de Vietnam

Estuvimos en la guerra de Vietnam

En todas las misiones internacionales en las que nuestras Fuerzas Armadas han intervenido, ha sido una constante la presencia y actuación del Cuerpo Militar de Sanidad, permitiendo a sus miembros contrastar conocimientos y experiencias con los de otros Ejércitos y adquiriendo una mentalidad más operativa que asistencial, con una capacidad de despliegue a grandes distancias en poco tiempo y en ambientes muchas veces geográfica y climatológicamente inhóspitos, con el objetivo de cumplir la misión en beneficio de los demás.

Y de estas misiones internacionales, este pasado mes de septiembre ha pasado inadvertida para la sociedad en general la efeméride de los 50 años del inicio de nuestra intervención en la guerra del Vietnam, primera misión internacional llevada a cabo solo por personal de la sanidad militar española. En 1965, el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson solicitó al gobierno español ayuda en la guerra de Vietnam. Siendo nuestro Gobierno reticente al envío de tropas de combate a esta guerra, tomó la decisión de acceder a la solicitud de ayuda con un contingente de la sanidad militar para prestar apoyo, junto con otras naciones, al dispositivo sanitario desplegado por los EEUU. Esta ayuda se inscribió oficialmente en el marco de los acuerdos entre España y EEUU a través de la Oficina de Asistencia Militar del Mundo Libre, con el nombre de "Misión Sanitaria de Ayuda al Vietnam del Sur". Esta misión duró casi cinco años y en total se desplegaron tres contingentes sucesivos, partiendo el primero en 1966 y regresando el último en 1971, con la intervención de un total de 50 militares. De su trabajo no se informó al tener la misión carácter confidencial.

El primer contingente partió de Madrid el 6 de septiembre de 1966, estableciéndose en el hospital de la ciudad de Go Cong, capital de la provincia del mismo nombre, en pleno delta del Mekong, a 45 kilómetros al sur de Saigón y a unos siete kilómetros de las playas del Mar de la China, atendiendo además de a combatientes de ambos bandos, a civiles de esta ciudad y localidades cercanas.

Los militares españoles intervinieron en esta misión con uniforme estadounidense pero bajo bandera e insignias españolas, y las instalaciones en donde establecieron su residencia sufrieron constantes ataques durante la ofensiva norvietnamita del Tet por su proximidad al Cuartel General del Estado Mayor survietnamita, resultando heridos por fuego de mortero en uno de estos ataques dos de nuestros militares.

Fueron condecorados por los survietnamitas con la medalla de honor de primera clase de las fuerzas Armadas del Vietnam del Sur, por los estadounidenses con la medalla de campaña de Vietnam del Sur y por España con la cruz del mérito militar con distintivo rojo, siendo su comportamiento reconocido incluso por el enemigo, ya que trataron y cuidaron con humanidad y sin discriminación alguna a heridos, enfermos, prisioneros y población civil.

Como ha sido una constante a lo largo de nuestra historia, a su regreso a España sólo les esperaría el reconocimiento de sus familiares, recibiendo en los despachos y en silencio las condecoraciones españolas a las que se habían hecho acreedores, sin el merecido reconocimiento público, en tanto las condecoraciones concedidas por los gobiernos survietnamita y estadounidense les serían impuestas en Vietnam en actos oficiales y públicos. Esta misión constituye un episodio bastante desconocido de nuestra historia reciente, siendo como fue la primera misión de carácter humanitario llevada a cabo por las Fuerzas Armadas españolas, e integrada exclusivamente por personal de la sanidad militar. Cuando se han cumplido los 50 años de su inicio, nuestra sanidad militar sigue estando en vanguardia de las misiones internacionales en las que nuestra nación se ha involucrado desde entonces, cumpliendo sus miembros su misión con abnegación y discreción. Sirva de homenaje a aquellos pioneros de esta misión las declaraciones de un Oficial médico estadounidense sobre nuestros médicos del hospital de Go Cong: "….parece increíble, pero yo vi con mis propios ojos como el Oficial médico español insertó un tubo de transfusión en su propia vena, mientras seguía operando a una mujer vietnamita que padecía un grave tumor. La mujer sigue viviendo hoy y se encuentra bien. Pero lo que más me impresionó fue la sencillez con la que el español realizó su acto. Fue como si se bebiera un vaso de agua…"

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