Tribuna

Javier Soriano

Coronel en la reserva

La reina del mar del sur

La reina del mar del sur La reina del mar del sur

La reina del mar del sur

Por lo general, en los centros de enseñanza se ha despachado el periodo de la historia de nuestros grandes conquistadores y descubridores, saltando desde el descubrimiento de América por Cristóbal Colón hasta la independencia de nuestras colonias, como si este tiempo de nuestro imperio colonial no hubiera influido en nuestra historia más allá del oro y plata de Indias, mapas con extensiones enormes que nos pasaban fugazmente por la pizarra y poco más. Tres siglos "olvidados". Hoy en día sigue siendo un periodo condenado al ostracismo por lo incómodo que resulta para algunas ideologías y el rechazo consciente de otras, cuando la casi desconocida exploración de América y del Pacífico por nuestros antepasados le da veinte patadas a cualquiera de los hechos históricos llevados a la literatura o al cine por el mundo anglosajón. Y en el relato colonial, la figura femenina ha pasado prácticamente desapercibida, a pesar de que aproximadamente uno de cada cuatro colonos españoles en América fue mujer. Esto se debe a que en las crónicas, la mayoría escritas por frailes y misioneros, se las solía omitir salvo que destacaran en cometidos tradicionalmente masculinos, lo cual ocurrió muy ocasionalmente. Sin embargo, existe una larga relación de mujeres acompañando y compartiendo sacrificios y penurias junto a nuestros conquistadores.

Una de las expediciones a destacar en este aspecto, es el segundo viaje del adelantado Álvaro de Mendaña a las islas Salomón, no solo porque fue el viaje más largo realizado en el Pacífico con esos cascarones de madera de apenas trescientas toneladas que llamaban naos, sino porque además acabó siendo dirigido por su esposa, Isabel Barreto, que es la primera y la única mujer que ha llegado a ostentar el título de almirante de la Armada en nuestra historia, además de gobernadora y adelantada. El objetivo de esta expedición fue establecer una colonia en las islas Salomón para impedir con ello que los piratas ingleses encontraran un refugio en el Pacífico desde donde pudieran atacar las Filipinas o nuestra costa americana. Partieron del puerto de Paita (Perú) el 16 de junio de 1595 y llegaron a Manila (Filipinas) el 11 de febrero de 1596. Y desde que el 18 de octubre murió Mendaña hasta el fin de la expedición, Isabel Barreto asumió el mando de la misma. El abogado, escritor y traductor Manuel Bosch Barrett (1895-1961) publicó en 1943 el ensayo biográfico "Doña Isabel Barreto, adelantada de las Islas Salomón" en el que se refería a ella de la siguiente guisa: "Salir del Perú rumbo al Pacífico en busca de tierras lejanas y desconocidas... recorrer más de ocho mil millas náuticas (casi 15.000 km) arrostrando temporales, privaciones y peligros, es gesta que hoy, la más deportiva de las mujeres, vestida con el actual atavío femenino, vacilaría en emprender; pero intentarlo en pleno siglo XVI, con chupa, jubón, golilla y miriñaque, resignarse al agua salobre y al escorbuto, viviendo con una tripulación de aventureros, es hazaña que sobrepasa toda imaginación y que solo se encuentra en pueblos como el nuestro, en el que la bandera de la patria y de la fe, el heroísmo, el amor y la osadía sin límites han

creado estos seres que tanto abundan en nuestra historia y que no hubiera sido capaz de concebir la más fecunda de las fantasías". Es evidente que Isabel Barreto no fue una mujer como las demás, ya que se atrevió a soñar como un hombre de su tiempo y a viajar más allá de los límites del mundo conocido, para lo que no dudó en partir hacia la conquista del Pacífico y ponerse al mando de la expedición cuando fue necesario. Fue su capacidad de liderazgo la que mantuvo la disciplina necesaria en ese trance, y a pesar del hándicap de ser mujer en el siglo XVI, supo tomar decisiones controvertidas y valientes. Mujer de armas tomar, toda la historia de Isabel Barreto está atravesada por la idea y el ansia de una empresa de conquista, el sueño de compatriotas nuestros en una época en la que todo fue posible para España. Fue una gran exploradora. No es extraño que esta fabulosa historia de la Reina del Mar del Sur, como se conocía al Océano Pacífico en la época de nuestras primeras exploraciones, haya dado lugar a la apasionante novela de Alexandra Lapierre "Serás reina del mundo", donde narra las aventuras de este personaje real y tan poco conocido. Una extraordinaria mujer, adelantada a su tiempo e ignorada por el movimiento feminista.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios