Como un ave Fénix, de entre sus cenizas, la vida volverá a brotar en Castala. Tras el virulento incendio que arrasó hace unas semanas 550 hectáreas de pinar, encinar y matorral, el Ayuntamiento de Berja ha anunciado que en su continuo compromiso con el medio ambiente y con la intención de restaurar forestalmente la Sierra de Gádor tras el incendio ocurrido el pasado 22 de enero, va a ampliar el programa ‘Berja+verde’.

Una iniciativa que tan bien funcionó el año pasado cuando en noviembre se reforestó a través de la participación ciudadana un monte público propiedad del Ayuntamiento en Montivel y que ahora vuelve a reactivarse para hacer lo propio con toda la superficie quemada en el parque de Castala e inmediaciones, dentro del corazón de la Sierra de Gádor.

Por esta razón, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una página web desde la que todos aquellos que quieran participar deben rellenar un breve formulario dando sus datos personales y número de contacto para, llegado el momento, iniciar otra nueva reforestación ciudadana.

En estos momentos, el consistorio ya está evaluando los daños para “poder planificar y liderar el proyecto para devolver el esplendor a nuestra Sierra de Gádor, contando con toda la ciudadanía que quiera sumarse a este ilusionante proyecto”, explican en la citada web.

El objetivo del Ayuntamiento de Berja es contrarrestar la deforestación y el cambio climático además de crear conciencia de que salvar nuestro planeta nos corresponde a todos. El alcalde de Berja, José Carlos Lupión, recordaba durante la primera reforestación que “el compromiso del equipo de Gobierno con el medioambiente es firme y con esta iniciativa demostramos que Berja es un municipio involucrado con la naturaleza y que desde las instituciones y nuestros vecinos aportamos nuestro grano de arena a la lucha contra el cambio climático”.

De esta forma, desde el área de Medio Ambiente del consistorio virgitano ya se está planificando la plantación de la vegetación autóctona adaptada a las condiciones semiáridas del terreno para asegurar la supervivencia de las plantas y devolver así a todo su esplendor a la Sierra de Gádor.

En la primera reforestación, el consistorio aportó plantas tales como pino carrasco, acebuche (olivo silvestre) y algarrobo, además de facilitar algunas herramientas, aunque muchos de los participantes también aportaron sus propias azadas y picos.