La fuerte tromba de agua que descargó el temporal de lluvia en la provincia este pasado viernes y que provocaron en apenas dos horas más de un centenar de incidencias según el 112 en la capital hicieron temer lo peor a los miles de almerienses que a diario utilizan El Cañarete, la antigua carretera N-340, para trasladarse a la capital.

Reabierta al tráfico este pasado mes de mayo tras 8 meses cerrada debido al desprendimiento de parte de un muro de piedra en septiembre del año pasado, el diluvio concentrado en el área metropolitana se convirtió en una prueba de fuego para las obras llevadas a cabo por el Gobierno de España para cimentar y blindar esas escarpadas y empinadas laderas que sirven de parapeto a la carretera que discurre frente al mar Mediterráneo. Y El Cañarete aguantó pese a que el anuncio por parte de la Subdelegación del Gobierno del cierre de la carretera la noche del viernes hizo presagiar lo peor.

Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno consultadas por este periódico el cierre se llevó a cabo “por precaución ante posibles nuevos desprendimientos” pero finalmente solo se produjeron “arrastre de tierras” que precisaron “la presencia de personal de la Dirección de Carreteras que durante toda la noche llevó a cabo labores de limpieza de cuentas”.

A su vez, las mismas fuentes explican que tras un examen visual en los cerca de diez kilómetros de esta carretera que conecta el núcleo roquetero de Aguadulce con Almería capital, los técnicos decidieron reabrir la vía “a primera hora de la mañana del sábado”, momento en el que los vehículos pudieron volver a circular sin problemas por la misma.

De hecho, en estos momentos el único rastro que queda de las labores de limpieza tras el fuerte temporal esuna hilera de conos en los puntos de la carretera donde se han llevado a cabo tareas de retirada de tierra y el tráfico es fluido.

Desde la Subdelegación del Gobierno también se sigue trabajando en el un estudio geotécnico “para detectar el estado de cada zona, metro a metro. Para conocer zonas de alto riesgo y a partir de ahí hacer una valoración para continuar con nuevos tratamientos. Tenemos que conseguir que este tramo, que es fundamental por la conexión de la capital con el Poniente, sea una vía segura y no tengamos que estar cada año realizando arreglos”, apuntaba hace unos meses el subdelegado del Gobierno en Almería, Manuel de la Fuente.

Hay que recordar que las últimas obras en la vía Hay que recordar que las obras se centraron en un tramo de unos 180 metros, con una altura de talud de aproximadamente 70 metros y que han supuesto una inversión de 2,57 millones de euros que fueron aprobados por urgencia por el Gobierno Central.