José Berruezo. alcalde de armuña del almanzora

"Evitar la despoblación es mi gran reto"

  • El año que viene, con las elecciones municipales, habrá cumplido 36 años como alcalde pero ni confirma ni desmiente si repetirá en el cargo

  • Es el más longevo de toda la provincia

José Berruezo en su despacho del Ayuntamiento de Armuña.

José Berruezo en su despacho del Ayuntamiento de Armuña. / d. a.

Muchas generaciones de armuñeros no conocen a otro alcalde. José Berruezo (Armuña, 1955) lleva desde mayo de 1983 siendo alcalde de la localidad. En total 35 años gobernando camino de 36 cuando tengan lugar las elecciones municipales en 2019. Es el más longevo de la provincia. Casi cuatro décadas ostentando la vara de mando que dan para mucho y así lo confiesa a Diario de Almería.

-Cuando acabe esta legislatura llevará gobernando 36 años en su pueblo, Armuña del Almanzora. ¿Qué siente? ¿Le da vértigo, nostalgia?

Este año se han ido ocho niños del colegio y solo ha entrado una niña. Me preocupa que lo puedan cerrar"Tardé once años y tres consejeros de Salud para conseguir que hubiese médico en mi pueblo"

-No. Siento que hecho un trabajo digno con todos mis compañeros siempre con dedicación y entusiasmo. También alegría y responsabilidad porque alguna cosa me hubiera gustado haberla hecho de otra manera o haber hecho más. También respeto por si le he fallado a algún vecino pero tengo claro que siempre hemos trabajado por hacer lo mejor por mi pueblo aportando todo lo que sabíamos y más por Armuña.

-¿Quién fue su antecesor en el cargo?

-Mi antecesor en la primera corporación democrática por UCD fue Juan Pedro Lorente. Él era alcalde ya en el régimen franquista. Llevaría 3 ó 4 años siendo alcalde antes de las primeras elecciones.

-¿Le dio algún consejo para gobernar? Porque de ser así lo ha cumplido a rajatabla y le ha ido muy bien.

-No, no recibí ningún consejo.

-Si no me salen mal las cuentas, lleva el mismo tiempo gobernando que los años que tiene su hija mayor, Elena. ¿Es Armuña para usted como un hijo?

-(Risas). Pues más o menos, podría calificar a Armuña como mi padre, mi madre o mi hija. Es parte de mi familia, sin duda. Respecto a Elena, ella nació en el año 82 en octubre por lo que solo tenía siete meses cuando me convertí en alcalde.

-¿En qué ha cambiado el municipio desde que gobierna? Porque casi cuatro décadas dan para mucho.

-Yo quizás sea el menos indicado para valorarlo, mis vecinos responderían mejor. Pero creo que ha cambiado bastante. Cuando entré a gobernar no teníamos agua, ni alcantarillado, ni calles adoquinadas. Hoy día tenemos colegio, centro de salud, tanatorio, biblioteca, centro Guadalinfo, residencia de mayores, y un largo etcétera. Cuando nosotros entramos a gobernar éramos novatos y no sabíamos de política pero si teníamos claro que queríamos que los vecinos entraran sin miedo al ayuntamiento y lo consideraran su casa. Y eso lo hemos conseguido. De hecho empezamos con buen pie por lo primero que hicimos fue una obra en un pozo de agua para poder beber. Y al año siguiente, en el 1984, nos tocó el Gordo de la Lotería porque nos visitó José Rodríguez de la Borbolla, el presidente de la Junta de Andalucía y nadie se lo creía. Me llamaron loco. Ese día inauguramos el nuevo ayuntamiento y aprovechando su visita nos concedió 20 viviendas sociales y el arreglo a la entrada del municipio. Nos vino muy bien esa visita porque yo era nuevo, con falta de experiencia, y fue un plus de aprendizaje político.

-¿Alguno de sus tres hijos quiere seguir su senda como gestor político y público?

-Fíjate las vueltas que da la vida que mi hija mayor está en Alemania trabajando por la falta de oportunidades aquí y los otros dos, pese a tener ideas muy parecidas a las mías, no tienen la inquietud de la política. Viven en primera persona el trajín que supone ser alcalde y estar todo el día trabajando por mis vecinos y solucionando problemas.

-Durante toda esta etapa como alcalde habrá vivido muchas idas y venidas de paisanos. ¿Cómo vive la problemática de la despoblación? ¿Peligra la existencia de Armuña?

-Es una situación muy dura para los pueblos pequeños. La población tiende a irse a los grandes núcleos, a la costa y los pueblo de interior lo estamos sufriendo. Por ahora nos vamos manteniendo en los 300 vecinos pero la situación es complicada. Este año se han ido ocho niños del colegio para estudiar en el instituto de otros pueblos y solo ha entrado una niña y eso me preocupa mucho porque nos podemos quedar sin colegio. Sería un grave error por parte de las administraciones permitir que esto pasara.

-¿Cuáles son los grandes retos que le quedan por cumplir en su mandato?

-Evitar la despoblación es uno de mis grandes objetivos. No somos ambiciosos y año tras año elaboramos programas electorales que cumplimos en los dos primeros años y luego ejecutamos más obras. En esta legislatura por ejemplo estamos ampliando el aparcamiento público y eso no estaba en nuestro programa.

-¿Cuáles se han quedado en el tintero por imposibilidad económica o política?

-Sin duda seguir mejorando el abastecimiento eléctrico y de agua en mi pueblo para potenciar la llegada de empresas. Muchas veces con tesón se consiguen las cosas. Yo tardé once años y tres consejeros de Salud para conseguir que hubiese médico en mi pueblo.

-Y la pregunta del millón que tanto sus vecinos como muchos almerienses se hacen: ¿Repetirá candidatura para estas próximas elecciones?

-Como se suele decir, ahora no toca hablar de eso. Hay que hablar de las andaluzas. No me atrevo a decir ni si ni no. Si en mi partido hay alguien que quiere tirar del carro le cedo el puesto voluntariamente y siempre me voy a poner a su lado. Eso sí, yo las fuerzas y la ilusión las tengo intactas.

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