Provincia

Miles de fieles escenifican sus muestras de fe con el lanzamiento de los roscos

  • Vecinos y visitantes disfrutan de una tradición única y de especial belleza en la provincia, que ha dejado imágenes para el recuerdo

  • La vestimenta de los participantes, otro atractivo

Miles de fieles escenifican sus muestras de fe con el lanzamiento de los roscos

Miles de fieles escenifican sus muestras de fe con el lanzamiento de los roscos

Miles de vecinos y visitantes procedentes de todos los puntos de la provincia, y también muchos de fuera, han vivido con gran intensidad las fiestas en honor a San Sebastián en el bello municipio de Lubrín. Una festividad de gran solera, muy esperada, y de la que este año se ha podido disfrutar en toda su plenitud, ya que el tiempo ha acompañado. Desde primera hora de mañana la emoción se palpaba en el ambiente, y es que era el gran día, tocaba honrar al patrón con la tradicional lluvia de roscos desde los balcones. Una de las imágenes más reconocibles y reconocibles de la provincia por su espectacularidad, en la que los miles de participantes que ayer se dieron cita 'competían' por el premio de llevarse el máximo número de estos panes para casa.

Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Andaluz, comenzaba en su día grande a las 11:30 horas con la gran traca de cohetes, anunciadora de que el gran momento llegaba. Primero con la Santa Misa, donde centenares de devotos rindieron tributo al Patrón. Al terminar, la imagen del santo salió de la iglesia, encarando majestuosa el inicio de un trayecto cargado de devoción de principio a fin. La espectacularidad procesión de San Sebastián, recorrió las principales arterias del municipio animada con la música de la Agrupación Musical Los Juaraguinos.

Esta fiesta, cuyo origen se remonta, a una época de penuria y enfermedad en la que los más pudientes del municipio aprovechaban el día del patrón para dar alimento a los hambrientos. Así, lo que hacían era lanzar trozos de pan desde los balcones para no tener que entrar en contacto con ellos y contagiarse sus enfermedades. Esta tradición perdura hoy, pero dista mucho de como era por aquel entonces. Hoy es uno de los eventos festivos más importantes de la provincia, donde miles de personas, familias y grupos de amigos, se reúnen para mostrar su fervor por San Sebastián. Un momento para disfrutar de la convivencia, de la alegría y de otros placeres que el municipio brinda, como la hospitalidad o su gastronomía, esa que se puede disfrutar en la Plaza de la Constitución.

Como es habitual, niños, jóvenes y mayores disfrutaron del gran día de los roscos por igual, en una fiesta que no entiende de edades. Ayer se pudo ver como muchos grupos vestían de manera personalizada para la ocasión, tiñendo de más color aún si cabe una fiesta inigualable. Eso sí, el atuendo "oficial" sigue siendo el tradicional pañuelo rojo al cuello, rosquín en la solapa y cuerda atada al pantalón para ir metiendo los roscos.

"¡Viva San Sebastián!", entonaban al paso de la imagen los miles de devotos que se concentraban en las calles. Durante toda la semana, las panaderías de Lubrín y la zona han elaborado miles y miles de roscos. La costumbre es lanzarlos desde los balcones al paso del patrón, junto a algunos claveles. Debajo, la gente pugna por hacerse con todos los que puedan y colocarlos en hilera en una cuerda.

Durante la fiesta, los vecinos se organizaron en cuatro grupos: uno formado por los lanzadores encargados de arrojar, al paso de San Sebastián, los roscos; un segundo grupo formado por los porteadores del Santo (que suelen ser mujeres); un tercer grupo, formado por los 'rosqueros' que pelean por coger los roscos lanzados al aire durante el recorrido y los espectadores que se suelen quedar sorprendidos de la cantidad de roscos lanzados.

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