Son tiempos difíciles, marcados por una pandemia como no se recuerda desde hace más de un siglo. Por ello, hay que adaptarse a las circunstancias para, dentro de lo posible, poder mantener vivas aquellas tradiciones que marcan la cultura de nuestros pueblos. Por ejemplo, que los Reyes Magos puedan visitar a los más pequeños.

Por eso, muchos municipios almerienses han querido celebrar el día de Reyes dentro de las posibilidades que permiten la debida precaución y cumplimiento de las normas sanitarias. Turre es uno de ellos. El objetivo es "que la magia y la ilusión brillen siempre en los corazones de los niños", señala el Ayuntamiento.

Por ello, este año no pudieron disfrutar de la tradicional cabalgata y acto de entrega de los regalos en el museo, "pero pudimos verlos entregando regalos casa por casa", indica el Consistorio turrero. Además agradece a Sus Majestades los Reyes Magos su esfuerzo y "a todos los niños y niñas su buen comportamiento cumpliendo las medidas de seguridad".

Pero antes de recorrer cientos de casas repartiendo regalos, tantos los tres Reyes Magos como sus correspondientes pajes se aseguraron de que no estaban infectados por el coronavirus SARS-CoV-2. La misma mañana de este martes 5 de enero, recién llegados desde Oriente, pasaron por una clínica privada de la localidad de Vera para realizarse un test rápido de antígenos. Se trata de una prueba que detecta una infección activa por coronavirus en solo 15 minutos. Los seis resultaron negativos.

Los Reyes Magos en Turre este martes antes de repartir los regalos.

Así pues, ya con la seguridad de que no podían contagiar a los pequeños, los Reyes Magos recorrieron ayer gran parte del municipio de Turre para repartir regalos. Fueron a todas las casas que se habían inscrito previamente en el Ayuntamiento. "Hemos andado 11.000 pasos", señala uno de los pajes. Y es que, como todo el mundo, también ellos se han modernizado y cuentan con la última tecnología para guiar su camino.

Pero contar con los test recién realizados no es excusa para relajar ni un instante las medidas de seguridad. Tanto los Reyes Magos como sus pajes portaban mascarillas y guardaban la distancia de seguridad con los niños. Unos pequeños que llevaban días esperándolos pues, como puede verse, Sus Majestades les habían enviado un vídeo a través de las redes sociales del Ayuntamiento.

La COVID-19 nos ha cambiado la vida por completo en estos meses. También a los Reyes Magos, que tienen que tener mucha precaución. Sin embargo, no hay pandemia que pueda acabar con la ilusión de los niños.