sergio rubio lópez. pregonero

"La acogida de mis vecinos y el cariño que me han mostrado es indescriptible"

  • El Consistorio lo ha designado por ser un ejemplo de superación para los más jóvenes

  • El pasado jueves, su pregón, emocionó a un pueblo del que es 'embajador' en el Reino Unido

Sergio Rubio, joven de tan solo 37 años, ha sido el pregonero de este año en las fiestas de septiembre de Olula del Río. Un reconocimiento más que merecido pese a su juventud, ya que ha trabajado mucho para llegar muy alto y se ha convertido en un embajador de lujo del municipio, además de todo un ejemplo para todos aquellos veinteañeros que en estos momentos luchan por forjarse un futuro. Arquitecto Líder en Soluciones Tecnológicas en 'Virgin Media', se fue muy joven al Reino Unido persiguiendo un sueño. Hoy lo ha cumplido y además cuenta con el reconocimiento de sus seres más queridos, y de su pueblo. Desde Septiembre de 2015 lidera equipos de hasta ocho personas en el departamento de Soluciones de Tecnología Móvil y Fibra Óptica para Liberty Global, donde es responsable de la Arquitectura y Diseño de soluciones de proyectos de alto nivel para el continente europeo. Actualmente se encuentra inmerso en el diseño de una solución para redes Wi-Fi inteligentes que se optimizan automáticamente, mejorando el rendimiento de servicios y reduciendo los costes de mantenimiento asociados. En un futuro cercano le gustaría estar involucrado en la estrategia tecnológica a largo plazo de la compañía, y por qué no, entrar en el mercado tecnológico español y así estar mas cerca de casa. -¿Cómo recibio la noticia de ser el encargado de ofrecer el pregón?

-Me enteré el año pasado y fue una sorpresa enorme. Me dejó paralizado porque este tipo de reconocimientos suelen darse a gente más mayor, con mayor bagaje. Pero no dudé en aceptar porque es un honor enorme para mí. Que te reconozca tu pueblo, que se alegre de los que haces y de lo que te está pasando es algo increíble.

-¿Cree que le han elegido por ser un referente en un mercado laboral en el que los jóvenes son los principales perjudicados?

-Yo creo que sí, que esa ha sido la principal motivación. Yo no soy ningún genio, había compañeros míos que eran mejores estudiantes que yo, pero sí que es verdad que trabajé muy duro. Después de estudiar la carrera me fui a trabajar limpiando habitaciones en hoteles aunque pronto me las arreglé y poco a poco fui mejorando mi nivel de inglés, que era uno de mis principales objetivos. Me esforcé mucho por aprender el idioma. De ahí ya me metí a hacer el máster. Ahora, los jóvenes, nos vemos obligados a trabajar muy duro para salir adelante, yo lo he hecho, pero está claro que también influye la suerte, que siempre hace falta.

-Por su experiencia, ¿qué consejo les puede dar?

-Yo siempre le digo a mis amigos y familia que es esencial hacer algo que te apasione. Ahí ya tienes mucho camino recorrido, y aunque sea grande el esfuerzo, siempre tiene más recompensa al ser un sueño lo que persigues. Da igual lo que sea, pero que lo ames.Y, por supuesto, aprender inglés y bien. Está muy bien irse, pero nunca lo puedes hacer con amigos o rodeado de españoles porque se convierten al final en tu familia. Es necesario mantener siempre una tensión cerebral y eso solo se consigue estando inmerso en la sociedad y así obligarte. Para mí es como hacer una dieta, si no la haces a rajatabla no obtienes resultados.

-¿Qué es lo que mechas de menos o recuerdas de tu pueblo?

-Principalmente la familia y los amigos, por supuesto. Eso es lo que más. Pero es verdad que te vienen muchas veces muchos recuerdos a la cabeza. A mí me encanta tomar una cerveza en el Reina con mis allegados o echar el día en el merendero que tenemos aquí en la sierra. Y luego, además, que aquí siempre acompaña el buen tiempo. Es cierto que en verano pasamos un poco de calor, pero el resto del año para mí es el paraíso. Esas condiciones hacen que la vida social sea maravillosa. Añade la buena comida. A veces estoy allí y me monto unas películas... y me dan muchas ganas de volver para vivirlas.

-¿Cómo te sentiste el pasado jueves en el momento de estar ante tus vecinos?

-Estaba algo nervioso al principio. Hay nervios malos y buenos, los míos eran de estos últimos. Y para mí fue un momento muy feliz. Con el paso de los minutos la gente me hizo sentirme más tranquilo, porque su respuesta fue maravillosa. Me felicitaron todos. Además, en la parte final del pregón, Martín el de 'El Pescao', muy querido en el pueblo, cantó una saeta preciosa a los emigrantes que vuelven a su tierra para reencontrarse con sus raíces. Fue muy emotivo.

-Tu futuro más inmediato está fuera, ¿pero te gustaría volver?

-En mi cabeza siempre está volver, como la cabra siempre tira para el monte. Eso es así. Sin embargo, soy consciente de que se tienen que dar una serie de condiciones y ya no es el aspecto económico, porque uno está dispuesto a sacrificar muchas cosas en un momento dado, son más cosas. Tengo dos niños pequeños ahora mismo, mi mujer también trabaja allí y tiene una carrera espectacular por delante. Ahora mismo no lo veo claro, porque a Olula o simplemente a Almería por mi tipo de trabajo es muy complicado, pero nunca se sabe si una empresa grande de mi sector opera cerca de mi zona. Yo creo que algún día volveré, de una u otra forma, pero de verdad es lo que creo.

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