El delegado territorial de Regeneración, Justicia y Administración Local en Almería, José Luis Delgado, participó este miércoles en una charla a alumnos del Instituto de Educación Secundaria Abdera de Adra, a los que les explicó “el trabajo tan importante” que realiza el Servicio de Atención a Víctimas de Andalucía (SAVA), un servicio gratuito y multidisciplinar que gestiona la Consejería que dirige Juan Marín y que se encuentra en las sedes judiciales.

Delgado impartió esta charla en la que participaron 60 estudiantes de Bachillerato a los que dio a conocer la labor de este servicio al que pueden acudir las víctimas de cualquier delito, y son asesoradas y acompañadas por los profesionales durante todo el procedimiento judicial. “Cuando una persona es víctima de un delito no sabe dónde tiene que acudir, qué recursos tiene a su disposición, sus derechos… Los profesionales del SAVA están ahí para eso, por ello es tan importante que los ciudadanos conozcan la existencia de este servicio, para que acudan a él”, indicó el delegado.

Cuando una persona es víctima de un delito no sabe dónde tiene que acudir, qué recursos tiene a su disposición, sus derechos… Los profesionales del SAVA están ahí para eso, por ello es tan importante que los ciudadanos conozcan la existencia de este servicio

“Uno de los objetivos que nos pusimos en la Consejería a la llegada al Gobierno fue mejorar la atención a las víctimas, y, por eso, hemos puesto en marcha el SAVA itinerante, para acercar este servicio a todas las víctimas, para que todas tengan la misma atención con independencia de dónde residan”, explicó el delegado ante los jóvenes.

Gracias a la puesta en marcha de un equipo itinerante, el SAVA también cuenta con dependencias en las sedes judiciales de Huércal-Overa y El Ejido. “Ha sido todo un éxito, porque hemos incrementado de forma considerable el número de atenciones, pues en solo un semestre superamos con creces el número de actuaciones hechas en 2020 o en 2019”.

Igualmente, Delgado indicó a los estudiantes que una de las tareas fundamentales del SAVA es evitar la doble victimización. “Los profesionales se vuelcan con las víctimas, especialmente con aquellas más vulnerables, como pueden ser las de violencia de género o los menores, para que no tengan que contar varias veces lo ocurrido y que no tengan que revivir una y otra vez la experiencia traumática vivida. Para ello hemos creado nuevas salas Gesell, que permiten grabar la declaración y conformar la llamada prueba preconstituida”.

Asimismo, sobre el perfil de la víctima que acude al SAVA, Delgado detalla que la gran mayoría son mujeres, de entre 30 y 44 años, solteras, con estudios primarios, en situación de desempleo, con domicilio en una capital de provincia, que han sufrido un delito de tortura o contra la integridad moral y cuya relación con el autor del delito es de expareja. Por contra, el perfil medio del victimario es el de un hombre, también de entre 30 y 44 años.