Provincia

25 años rindiendo culto al vino en Benahadux

  • 1.500 personas acuden a la celebración de un evento que consolida al municipio como epicentro cultural de la vitivicultura

La XXV Cata de Vinos Artesanos posiciona a Benahadux como epicentro provincial de la viticultura

La XXV Cata de Vinos Artesanos posiciona a Benahadux como epicentro provincial de la viticultura / Javier Alonso (Benahadux)

El municipio de Benahadux se convirtió este mediodía en la capital provincial de la cultura vitivinícola a través de su XXV Cata de Vinos Artesanos. Este evento organizado por el Ayuntamiento de Benahadux cuenta con el apoyo de la Diputación, a través de la oficina de Sabores Almería y la Mancomunidad del Bajo Andarax, así como la implicación de colectivos y empresas del municipio.

El vicepresidente de la Diputación, Ángel Escobar, acompañó a la alcaldesa, Noelia Damián, a los pregoneros, Antonio Sedeño y Antonio Rubio, así como a los cientos de vecinos que se dieron cita, un año más, en el Parque Central de Benahadux. En el acto también estuvieron presentes los diputados provinciales Antonio J. Rodríguez y Eugenio Gonzálvez, así como la vicepresidenta, Ángeles Martínez. Además, participaron otros ediles y diputados provinciales, así como los delegados de Agricultura, Aránzazu Martín y Turismo, José Luis Delgado.

Acto seguido tuvo lugar la lectura del pregón a cargo de dos personas muy vinculadas con el vino como Antonio Sedeño Torres, maestro jubilado y estrecho colaborador de la cata. En su intervención calificó la cata de Benahadux “como un evento sin parangón en toda la provincia e incluso de Andalucía que tan gratos ratos nos hace pasar”. Tuvo un cálido homenaje al grupo de veinticinco amigos que se reunía en la Cueva del Tío Eladio allá por 1995, origen de la cata de vinos, haciendo hincapié en personas fallecidas como Jesús Salas, Manuel Domínguez o José Moya, entre otras. También hizo una original descripción de las técnicas y utensilios que se utilizaban hace décadas en pueblos como Padules para elaborar el vino, muchas veces coincidiendo con la época de matanza.

Por su parte Antonio Rubio Casanova, técnico agrícola y responsable del proyecto Biodiversidad Domesticada, centró su discurso en las variedades de uva de la provincia que se han podido recuperar. “De las setenta variedades de uva existentes en Almería, la mitad se destinan a la elaboración de vino como la albilla blanca y negra, molinera o gitana“. Los pregoneros recibieron a modo de obsequio unas reproducciones elaboradas por Manuel Salas (falcata íbera, lucerna romana y ánfora romana llena de vino del Marchalejo).

Escobar agradeció la apuesta municipal por una tradición que congrega a personas llegadas desde el Bajo Andarax, Almanzora, Alpujarra e incluso Granada (Albondón). Este año han sido 19 los vinos participantes (9 tintos, 5 claretes y 5 blancos). “Esta iniciativa cumple con el objetivo de la Diputación de conservar las tradiciones, poner en valor la agroalimentación y, además, es una herramienta para promocionar el municipio y luchar contra la despoblación”.

La alcaldesa de Benahadux se congratuló de ver cómo, de nuevo, el pueblo entero se ha volcado con una fiesta que “es parte de nuestra historia” y que es un atractivo para muchos vecinos de la provincia que pueden comprobar “gran trabajo que conlleva la elaboración del vino, desde la plantación hasta la recolecta de la uva, pasando por sus respectivos cuidados para que todos nosotros podamos degustarlo en sus diferentes variedades”.

Una gran carpa habilitada en el Parque Central fue escenario de una jornada soleada que se inició con la cata de vinos por parte del jurado, integrado por Narciso Espinar (presidente), Joan Valls, Juan Osorio, Jennifer Ortega, Manuel Matarín, Antonio Hermosa, Manuel Rodríguez, Jorge Molina, Isidra Motos, Mª Carmen Gómez y Antonio Sedeño. 

Los actos programados se iniciaron con la actuación de la Escuela Municipal de Flamenco dirigida por Mª Dolores Sánchez, así como de las bailaoras benaducenses Inayan Cruz y Aldara Nazaret. En las inmediaciones del Parque Central también tuvo lugar una exposición de los históricos seíllas a cargo del Club de Amigos del 600 de Almería.

El cosechero de Abrucena José Zoyo acaparó los premios más importantes (mejor blanco, mejor clarete y mejor tinto) según el jurado. El premio de la organización recayó en la familia Segura Jiménez, mientras que el premio Mancomunidad fue para Santa Cruz de Manzaniles, que también recibió el premio del público tras el recuento de papeletas depositadas en la carpa del vino. La charanga Los Notas amenizó una comida de convivencia con 300 kilos de habas frescas, jamón y tocino; además de otros manjares que trajeron los asistentes como asadura, tortilla de patata, fritada y dulces típicos de la comarca como papaviejos y torrijas.

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