MIGUEL PÉREZ ROTHEMUND Y MERCEDES CANTÓN, FISCOEJIDO ASESORES

“La ‘diarrea legislativa’ hace imposible saber de todo”

  • Los clientes de Fiscoejido Asesores lo son ya, desde este mes, también de Lealtadis Abogados, una alianza que busca ofrecer un servicio integral a las empresas

Mercedes Cantón y Miguel Pérez Rothemund son los máximos responsables de Fiscoejido Asesores.

Mercedes Cantón y Miguel Pérez Rothemund son los máximos responsables de Fiscoejido Asesores. / Anyo (El Ejido)

Hablar con los responsables de la asesoría fiscal, laboral y contable que fue pionera en El Ejido y el Poniente almeriense en ofrecer un servicio especializado a las empresas es, como el lector puede imaginar, hacerlo con dos de las personas que mejor conocen la evolución no ya de la agricultura ejidense, sino de su tejido socioeconómico en general. Fiscoejido Asesores nació hace 32 años, fundada por el melillense (y ya ejidense) Miguel Pérez Rothemund. 27 de esos años ha contado con la actual directora de la compañía, Mercedes Cantón Palmero, responsables ambos del paso adelante que, más de tres décadas después del nacimiento, ha dado la empresa: una alianza con el prestigioso despacho Lealtadis Abogados, recién estrenada, que persigue redimensionar el servicio a las necesidades reales de hoy en día de sus clientes, necesitados de seguridad jurídica a todos los niveles.

–¿Por qué surge este acuerdo con Lealtadis?

–Este acuerdo tiene mucho que ver con aquello que ha permitido a El Ejido y el Poniente ser hoy lo que es y haber crecido de esta forma: la necesidad de colaborar para crecer. No podemos ser especialistas de todo, debemos saber dónde están nuestros límites y tener esa capacidad de decir “hasta aquí puedo llegar, que vengan otros para lo que yo no soy especialista”. El ejidense ha estado siempre abierto a innovar, lo estuvo en su momento para incorporar peritos agrónomos o investigación a sus producciones, ámbitos que se les escapaban. Eso es la economía de escala y las sinergias. Nosotros somos especialistas en temas fiscales, contables y laborales y de hecho hemos contado con abogado en la empresa, pero para temas mercantiles muy específicos. Llega un momento en el que la ‘diarrea legislativa’ de nuestros políticos hace imposible saber de todo. Y además está todo cruzado. El empresario antes tiraba para adelante, pero ahora tiene la ley de protección de datos, el compliance penal, el tributario… llega un momento en el que es imposible. Hace poco salió un informe que decía que el año pasado se publicaron más de un millón de páginas de normativa. Eso es imposible no ya estudiarlo, sino leerlo. Y luego de leerlo hay que contrastarlo, porque sucede a menudo que una cosa es la Ley y otra la interpretación del funcionario.

–¿Qué les aporta su nuevo socio, Lealtadis?

–Es un despacho de abogados muy potente, muy importante, con muchos y buenos profesionales, y después de tantos años de colaborar hemos decidido dar este paso de una colaboración formalizada y sistematizada. Ahora ya podemos ofrecer un servicio completo.

–¿Qué problemas, fundamentalmente, tienen las empresas con tanto cambio de legislación?

–De todo tipo, por eso es muy importante la prevención y contar con personas muy especializadas, y por eso hemos decidido empezar este camino junto a Lealtadis. Nosotros en la empresa desayunamos un café y no leemos el periódico, leemos el Boletín Oficial y tenemos ‘prohibido’ leer proyectos de ley. Los cambios normativos son tales que, por ejemplo en época electoral, como es el caso ahora, las empresas paralizan cualquier posible inversión. Antes podías decir que algo iba a ser así en los próximos 3, 4 o 5 años. Hoy no puedes asegurarlo para el año que viene. Y luego, a efectos de responsabilidades, hoy en día está la cosa de tal manera que el administrador o el consejo de administración se pueden encontrar con responsabilidades penales, a nivel individual, terribles. Responsabilidades personales si no hacen las cosas bien. La ley exige cada vez más control a las empresas. Queremos ofrecer sobre todo seguridad a los empresarios.

Los responsables de Fiscoejido Asesores, en las instalaciones de la empresa. Los responsables de Fiscoejido Asesores, en las instalaciones de la empresa.

Los responsables de Fiscoejido Asesores, en las instalaciones de la empresa. / Anyo

–¿Cómo han recibido sus clientes esta nueva andadura?

–Perciben el cambio como algo positivo y de hecho son varios de ellos los que ya van a empezar a utilizar los servicios tras la Semana Santa.

–¿Ha evolucionado Fiscoejido al mismo ritmo que la agricultura de El Ejido?

–Nosotros ahora tenemos clientes que son multinacionales, que cotizan en las bolsas de Londres o Amsterdam. Esa es la evolución. Hace 32 años aquí no había ninguna multinacional. Había delegaciones, pero ahora hay multinacionales establecidas y tributando en España, con domicilio fiscal en El Ejido. Multinacionales alemanas, israelitas, italianas... Hemos visto cambios generacionales, pero, ojo, el crecimiento no solo ha venido por los jóvenes, porque hay muchos clientes de 60, 70 años a los que admiramos por su capacidad empresarial, a pesar de su poca cualificación. Hay muchos agricultores que ya quisieron muchos que tienen un nivel de formación profesional superior, parecerse a ellos. En cuanto a nuestra empresa, tenemos vocación de continuidad. En la actualidad somos 13, todos profesionales altamente cualificados. La persona que menos tiempo lleva es siete años. Eso es fundamental, los clientes quieren ver las mismas caras, tratar con la persona que conoce sus problemas desde hace años.

–¿Sólo ofrecen servicio a sociedades mercantiles?

–No, también a autónomos y profesionales de todo tipo, no solo agricultores o empresas relacionadas. Entre nuestros clientes hay médicos, notarios, abogados, ingenieros... aunque sí es cierto que desde que nacimos hemos sido especialistas en empresas. Y nuestros agricultores, si se me permite, son “élite”. Son muy saneados, con una estructura de muchos años.

–¿Seguirá creciendo la economía local desde la agricultura?

–Es difícil, por no decir imposible, que se vuelva a repetir la tasa de crecimiento que tuvo El Ejido, porque ha llegado el momento de que casi no hay espacio para nuevos invernaderos. Las empresas del manipulado, de la comercialización, se han hecho más grandes, más fuertes y potentes, pero es difícil mantener un crecimiento superior al 4% anual. Ya eso hay que olvidarlo, salvo que aparezcan nuevas industrias que no dependan de la agricultura. Eso es lo que necesita Almería, que las administraciones apuesten por diversificar la economía, mantener y mimar el gran potencial agrícola, pero que se favorezca otro tipo de industria, no solo el sector primario y auxiliar.

–¿Cómo es el empresario ejidense?

–La legión extranjera francesa tiene un lema: “anda o revienta”. Aquí parecemos, y nos incluimos ambos, legionarios. Aquí la gente se cae y se levanta. Se cae y se vuelve a levantar. Aquí la gente está innovando continuamente, es muy abierta para eso, y tiene una gran capacidad de adaptación. Así son nuestros clientes y así son los ejidenses en general.

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